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PEKÍN

Otra visita semioficial de EEUU a Taiwán tras las elecciones vuelve a irritar a China

Un encuentro entre el presidente electo de Taiwán, Lai Ching-te, y una de una delegación formada por ex altos cargos de EEUU, solo dos días después de la victoria electoral de Lai, provocó una encendida reacción de rechazo por parte de Pekín por la interferencia de Washington y la falta de respeto al principio de «una sola China».

El exasesor de Seguridad Nacional Stephen Hadley saluda al presidente electo, Lai Ching-te.
El exasesor de Seguridad Nacional Stephen Hadley saluda al presidente electo, Lai Ching-te. (AFP)

China declaró su firme oposición a cualquier intercambio oficial entre Estados Unidos y Taiwán, pocas horas después de que el presidente electo de la isla, Lai Ching-te, acogiera a una delegación estadounidense tras su victoria electoral. A la vez, «rechazó resueltamente cualquier interferencia de Estados Unidos en los asuntos de Taiwán de cualquier manera o bajo cualquier pretexto», señaló la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Mao Ning.

Washington presentó la delegación enviada a Taipei como no oficial y como parte del protocolo normal. Visitas anteriores de electos estadounidenses han provocado un considerable aumento de la tensión con Pekín.

La delegación que se entrevistó ayer con Lai está integrada por el exasesor de Seguridad Nacional Stephen Hadley, el ex subsecretario de Estado James Steinberg y la presidenta del Instituto Americano en Taiwán, Laura Rosenberger.

El Instituto Americano (AIT) en Taiwán, que actúa como Embajada de facto de Washington la presentó como parte de una visita a título personal promovida por el Gobierno estadounidense.

«Instamos a EEUU a reconocer la extrema complejidad y sensibilidad de la cuestión de Taiwán, respetar sinceramente el principio de ‘una sola China’ y reafirmar declaraciones anteriores de los líderes estadounidenses de que no apoyarán la independencia de Taiwán», señaló Mao.

Añadió que Washington debería dejar de utilizar la cuestión de Taiwán como «una herramienta para contener a China (...), y no enviar señales engañosas a las fuerzas separatistas de Taiwán». El líder independentista del gobernante Partido Democrático Progresista acaba de obtener una cómoda victoria electoral en los comicios presidenciales y legislativos del sábado.

Lai, hasta ahora vicepresidente de Taiwán, obtuvo el 40,05% de los votos, imponiéndose a los aspirantes opositores del Kuomintang (KMT), Hou Yu-ih (33,49%), y del Partido Popular de Taiwán (PPT), Ko Wen-je (26,46 %).

Durante la reunión, en la que también estuvo presente la vicepresidenta electa y exembajadora de facto en EEUU, Hsiao Bi-khim, Lai manifestó su intención de «defender la paz y la estabilidad» en el estrecho de Formosa, en línea con las políticas de la presidenta actual, Tsai Ing-wen. El mandatario electo, que asumirá el cargo el 20 de mayo, aplaudió, además, el comunicado con el que el Ejecutivo estadounidense saludó los comicios, que «demuestra la fuerte camaradería» entre Washington y Taipei.

En ese mensaje, que también provocó la protesta formal de China, el secretario de Estado, Antony Blinken, felicitó a Lai y dijo confiar en promover la larga relación bilateral «no oficial». Por su parte, Lai manifestó su deseo de que EEUU, al que definió como «el socio más importante» de Taiwán, «pueda continuar apoyando» a la isla. Además de ser el principal proveedor de armas a Taipei, Washington se ha comprometido a defender a la isla en caso de conflicto.



Nauru se acerca a Pekín y corta relaciones con Taipei

Las autoridades de Nauru anunciaron la ruptura de las relaciones diplomáticas con Taiwán dos días después de las victoria de Lai Ching-te en las elecciones taiwanesas. «En el interés de la población de Nauru vamos a adherirnos al principio de ‘una sola China’ siguiendo la resolución 2758 de Naciones Unidas, que reconoce a la República Popular de China como el único Gobierno legal que representa a toda China», explicó el Ejecutivo de Nauru, lo que supone que deja de «reconocer a Taiwán como un país separado» y pasa a considerar que forma «parte inalienable de China». Taipei achacó la decisión de Nauru a represalias por parte de China tras las elecciones.

Por su parte, Pekín aplaudió la medida y agradeció el apoyo que reiteraron varios países al principio de «una sola China» tras las elecciones, como Rusia, Pakistán, Afganistán, Vietnam, Hungría o Venezuela frente a otras naciones, como EEUU, Japón, Australia y Nueva Zelanda, que felicitaron a Taiwán.GARA