Apenas mes y medio ha pasado desde la última vez que Osasuna y Real se midieron en El Sadar en competición liguera y, de nuevo, volverán a verse las caras, en el mismo escenario, aunque en esta ocasión en el torneo copero. Es el enésimo duelo entre queridos rivales, que será a muerte súbita, con el premio de los cuartos, que se disputarán de manera consecutiva a lo largo de la próxima semana.

Ambas escuadras vascas llegan a la cita un tanto sobresaltadas por sus recientes compromisos. Los rojillos, tras estrenarse en la Supercopa cayendo frente al Barcelona, aunque dejando buenas sensaciones, y los txuri-urdin, todavía con el regusto amargo de haber perdido en San Mamés.

Ninguna de las dos pasa por su mejor momento, pero solo por el hecho de lo que hay en juego y que se trate de un derbi, la expectación está garantizada. Lo corrobora el que un total de 18.253 socios rojillos hayan retirado su entrada durante el plazo previsto, pese a que el encuentro se celebra en un día laboral y a una hora un tanto tardía para estas fechas del año.

La ilusión que generó el año pasado el torneo del K.O. alimenta, además, la esperanza de que, esta vez sí, Osasuna consiga doblegar a una Real a la que no gana desde 2012, mientras que el cuadro guipuzcoano aspira a llegar a una nueva final, esta vez acompañado de sus fieles.

HAZAÑA

Con la baja de Chimy Ávila por lesión y la más que probable de Nacho Vidal, que está entrenando en solitario para no tener ningún percance físico y poder salir en este mercado invernal, el bloque navarro podría volver a repetir la fórmula de cinco defensas que le permitió sumar frente a los de Imanol Alguacil. Como es normal, no quiso desvelarlo el de Berriatua, quien sí que dotó de vital importancia al derbi. «El reto de esta temporada es el partido de mañana (por hoy)», calificó.

Vio con posibilidades a los suyos para acabar con el maleficio de los últimos años. «Creo que ahora mismo estamos como para intentar esa hazaña de ganar a la Real y pasar a cuartos. Nos sentimos capacitados como para ganar», insistió.

De hecho, el míster rojillo consideró que sus pupilos «están mejor que hace mes y medio», rememorando los precedentes coperos de la campaña pasada. «Recuerdo el partido contra el Sevilla, que se generó un ambiente fantástico y espero algo así», deseó. «Este partido va a posibilitar todo lo demás. Necesitamos ese impulso. Es el torneo del K.O., un equipo accede y otro no, y queremos ser el que pase», pidió a las que se prevén pobladas gradas de El Sadar.

SADIQ, CONVOCADO

Imanol convocó a Sadiq, de quien dijo que ha evolucionado bien del golpe que llevó a su selección a descartarlo en la Copa África. Recupera a Remiro tras cumplir su sanción del derbi, no podrá contar con Carlos Fernández ni Odriozola para los próximos partidos y confirmó las molestias de Zubimendi.

Ayesa, Magunazelaia y Aranburu -lateral diestro del filial ante las bajas de Odriozola y Traoré- son los tres jóvenes del filial que acompañarán en la lista a los 19 disponibles del primer equipo. La presencia de tres porteros y la ausencia de Dadie invitan a pensar que Imanol puede volver al 4-4-2 con rombo como hace dos años al quedarse tras la lesión de Oyarzabal sin bandas.

El técnico oriotarra admitió que no sabe cómo planteará el partido su homólogo en el otro banquillo. «Aunque nos hayamos enfrentado hace poco, no sé si repetirán defensa de cinco o jugarán con cuatro. Estamos preparados. Aunque no hemos cambiado de dibujo, lo podemos hacer», aseguró.

«No hay dos partidos iguales, es una eliminatoria, al partido de diciembre de Liga llegábamos los dos en momen- tos diferentes y éste es un partido a vida o muerte, porque el que gane pasa y, el que no, se queda fuera», dejó claro.