Contenedores flotantes

Cuando a alguien se le ocurre sumar la cantidad de contenedores que se transportan cada día en barcos, trenes o camiones, podemos concluir que la vida entera está encerrada en esos contenedores que atraviesan mares, océanos, continentes y almacenes de distribución. Deben existir varios contenedores repletos de documentos donde se demuestra que el PP es un partido que debería estar juzgado por sus múltiples acciones relacionadas con el uso indebido de los fondos y que, en un periodo cercano, un ministro de Interior se dedicó a espiar, a fomentar informes y acusaciones falsas sobre políticos, empresarios y hasta cargos policiales. Esa policía patriótica era una Brigada Político y Social de M. Rajoy, sus antecesores y los que le siguen, con Borja Mari como portavoz mediopensionista.

Recuerdo en el puerto brasileño de Santos, uno de los mayores de América, la cantidad de barcos cargados de contenedores que llegaban día y noche, los desembarcos y manipulación. Un espectáculo de mecanismos varios, grúas, camiones, «toros». Había muy pocos logos distintivos, por lo que debe existir unas pocas firmas monopolizadoras que controlan el mercado. Ahora hay problemas de navegación que aumentarán y que ya se están descontando en el incremento de los precios de lo que consumimos, pero en mi delirio actual, con tantos contenedores repletos surcando los mares, mi duda finalista es: ¿cuántos contenedores se pierden cada día? Porque no flotan y algunos se revientan y vomitan las mercancías que transportan. Y los otros. ¿Voy bien o debo hacer transbordo de argumentos?