Iñaki y Nico Williams anotaron en San Mamés dos goles que nunca olvidarán. Iñaki aterrizó en Loiu por la mañana tras caer eliminado con Ghana en la Copa de África. Salió en la segunda mitad a la hora de partido y marcaba en la prórroga. Un tanto de película al igual que la historia de su familia. Su hermano Nico quiere escribir su guión y, además de una asistencia, sentenciaba con otro tanto en el último respiro. El Athletic estará en unas semifinales de Copa por quinta temporada consecutiva. Un hito que San Mamés celebró con alborozo.

La jornada fue redonda. La presencia del atacante fue celebrada por la afición durante toda la jornada y en la capital vizcaina se desató la locura por la Copa. Ambientazo en La Catedral, con una previa en la que el autobús del Athletic entró por la Gran Vía impulsado por los ánimos de cientos de seguidores rojiblancos.

Esa pasión se traslado al campo en el saque inicial. Los jugadores bilbainos salieron a morder y se comieron al Barcelona antes de cumplirse el primer minuto. Nico Williams les robó la cartera, Adu Ares y Sancet pelearon la pelota en el área y el rechace sirvió a Guruzeta para abrir el marcador. La principal sorpresa en el once fue la presencia de Adu Ares en banda derecha para cubrir la baja de Berenguer. Galarreta tampoco se recuperó.

El equipo bilbaino no dejó respirar a su rival en el arranque y el delantero donostiarra estuvo cerca de hacer el segundo. Tras la salida en tromba de los leones, el Barcelona pasó a controlar. El Athletic trato de mantenerse bien colocado, pero encajó el empate en una jugada desafortunada. El despeje de Yuri golpeaba en Lewandowski y terminaba en las redes.

El gol hizo daño al Athletic. El Barcelona olió la sangre y Lamine Yamal hacía el segundo con una jugada personal. El tanto cayó como un jarro de agua fría. Con la salida de Unai Gómez en la segunda mitad el partido cambió y Sancet no tardó en igualar. Valverde metió al aclamado Williams y Villalibre, pero no cayó el tercero. Lamine Yamal dispuso también de dos mano a mano que desperdició. Los hermanos Williams desequilibraron la balanza en la prórroga.