Raimundo FITERO
DE REOJO

Pocas noticias húmedas

Confieso mi fascinación por las noticias que hablan del auge de alguna nueva droga o combinación de varios elementos que conforman un producto en auge en ciertas zonas del mundo. Cuando llegan de África las noto excesivamente marcadas por una suerte de escepticismo que puede camuflar xenofobia. Son mis prejuicios. Pero empieza a haber un denominador común en estos reportajes y es que en todo nuevo producto el fentanilo no puede faltar. El porcentaje de este opiáceo es lo que distingue a unos u otros. De lo que se desprende que ya no se es fiel a una sustancia, sino que se deben mezclar varias para hacer un producto que satisfaga al mercado.

Dos asuntos en la tangente: México se queja a EEUU de que las armas que usan los cárteles pertenecen al ejército USA, con lo cual se abre la panoplia de sospechas por la connivencia entre productores y consumidores de drogas, clásicas o posmodernas. De un varietal más el corte o de coupage. Otro asunto importante: La esclavitud que se sigue practicando en las minas de cobalto en el Congo, las desigualdades, la infancia atrofiada por las necesidades. No hay posibilidad de arrancar una vía para transfundir optimismo.

La falta de agua suficiente para llenar en tiempo prudente las esclusas del Canal de Panamá a causa de la sequía, está alterando las rutas de un alto número de barcos cargueros. Todo se complica por el cambio climático. Anuncian los técnicos que si sigue el aumento de las temperaturas se va a ir perdiendo clientela en el turismo. De momento proclaman números extraordinarios del ejercicio anterior.