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EL INFIERNO DE GAZA INCENDIA ORIENTE MEDIO

La CIJ avala la denuncia de Sudáfrica, pero no exige el alto el fuego a Israel

La CIJ ha hecho suya la denuncia presentada por Sudáfrica contra Israel y ha instado a Tel Aviv a adoptar «todas las medidas posibles» para proteger a la población palestina de Gaza y garantizar que recibe la ayuda necesaria, pero no ha exigido el alto el fuego que lo permitiría. Israel dice que reconoce su derecho a la defensa y Hamas pide que se le obligue a cumplir el dictamen.

La presidenta de la CIJ, Joan Donoghue (c) lee la resolución del alto tribunald e la ONU sobre la denuncia de Sudáfrica contra Israel. (R. DE WAAL | AFP)

La Corte Internacional de Justicia (CIJ) instó ayer a las autoridades de Israel a «tomar todas las medidas a su alcance para prevenir la comisión de un genocidio» y a «adoptar medidas inmediatas y efectivas» para permitir el acceso de asistencia humanitaria, en una batería de medidas cautelares acordadas tras la denuncia de Sudáfrica ante el máximo tribunal de la ONU. Pero evitó exigir a Israel el alto el fuego como medida cautelar, una medida previa imprescindible para llevar a la práctica el resto. Las decisiones de la CIJ son legalmente vinculantes para todas las partes, pero Israel ya ha dejado claro que no en su caso y la CIJ tiene pocos medios para hacerlas cumplir.

Sudáfrica acusó a finales de diciembre al Estado israelí de tener una «intención genocida» en la Franja de Gaza, donde ya han muerto más de 26.000 personas y más de 8.000 siguen desaparecidas bajo los escombros, según el último balance del Ministerio de Sanidad gazatí.

Aunque la CJI no fue tan lejos como pretendía Sudáfrica al no exigir un alto el fuego, sí se declaró competente para investigar este caso y avaló que Sudáfrica pueda demandar a Israel por presunta violación de la Convención sobre el Genocidio y que el litigio pueda seguir adelante.

Sudáfrica acusó al Estado israelí de tener una «intención genocida» en Gaza y en este primer análisis figura que algunas de las acusaciones entran dentro de la Convención sobre Genocidio y que, conforme a dicho tratado, los palestinos tienen derecho a una protección como grupo.

La CIJ exigió al régimen sionista asegurarse «con efecto inmediato» de que sus militares no infrinjan la Convención sobre el Genocidio con actos como «matar miembros del grupo» de civiles palestinos de Gaza o someterles «deliberadamente» a «condiciones de vida calculadas para provocar su destrucción física total o parcial». Consideró que Israel «debe tomar todas las medidas a su alcance para prevenir y castigar la incitación directa y pública a cometer un genocidio» de los civiles palestinos en Gaza. Y deberá «adoptar medidas inmediatas y efectivas para permitir la prestación de servicios básicos y asistencia humanitaria que se necesitan con urgencia para abordar las condiciones de vida adversas que enfrentan los palestinos en la Franja de Gaza».

UN INFORME, EN UN MES

Los jueces indicaron que como parte de las medidas cautelares, Israel debe impedir la destrucción y asegurar la preservación de pruebas relacionada con el caso, y entregar un informe en un plazo de un mes sobre todas las medidas adoptadas para cumplir con las órdenes dictadas, que son de obligado cumplimiento.

Los abogados de Sudáfrica, que cuentan con el aval de más de 50 países, pusieron sobre la mesa en las vistas preliminares no solo las cifras de fallecidos y de armamento utilizado, sino también que líderes políticos israelíes incurrieron en lo que describieron como «retórica genocida». Y denunciaron la destrucción de infraestructuras civiles y el traslado forzoso de población.

Para Israel, en cambio, es una denuncia «infundada». Sus abogados alegaron que la ofensiva es contra Hamas y «no contra el pueblo palestino», y sostuvieron que los daños a civiles es algo común en todo conflicto, aunque culparon de ellos a Hamas.

A la espera de que el tribunal con sede en La Haya se pronuncie en un futuro sobre el fondo de la cuestión, el presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, señaló que «esperamos que Israel, como autoproclamada democracia y Estado que respeta el Estado de derecho, respete las medidas dictadas por la CJI», y consideró que las medidas cautelares deben impulsar el alto el fuego que se está negociando y, después, la solución de los dos Estados. Subrayó que el dictamen supone «una victoria para el derecho internacional, para los derechos humanos y, sobre todo, para la Justicia», y recordó que es vinculante y debe ser respetado. «Hoy -aseveró-, Israel se encuentra ante la comunidad internacional y sus crímenes contra los palestinos quedan al descubierto».

El fallo fue celebrado por Hamas, que gobierna la Franja de Gaza desde 2007. «La decisión es un avance importante que contribuye a aislar a la ocupación (israelí) y a exponer sus crímenes en Gaza. Pedimos que se obligue a la ocupación a implementar las decisiones», indicó. También lo aplaudió la Autoridad Palestina (ANP), que gobierna partes reducidas de la Cisjordania ocupada y que considero que el dictamen «pone fin a la cultura del crimen y la impunidad» de Israel al valorar la exigencia de protección a la población civil de Gaza y que lo haya hecho el más alto tribunal de la ONU, aunque su primer ministro, Muhamed Shtayeh, dijo que esperaba que se ordenara un alto el fuego.

«VIL INTENTO»

Precisamente a que el tribunal no lo exigiera se agarró el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, para aplaudir el «rechazo» de la CIJ al «vil intento de despojar a Israel del derecho a defenderse». Aseguró que la acusación de genocidio «no solo es falsa, es escandalosa», y dijo que su país «seguirá defendiéndose de acuerdo al derecho internacional». Su ministro de Seguridad, el extremista Itamar Ben Gvir, fue más allá al señalar, ufano, que el fallo tiene el valor de «un trozo de papel higiénico». «La ley internacional puede venir a mi culo a buscar quién la implemente. La ley no significa nada para nosotros», escribió en X. «La ley es solo un trozo de papel que usamos en el baño para limpiarnos el trasero. Eso es lo que mis amigos del Gobierno estadounidense me dijeron», añadió el ministro extremista.

EEUU reiteró que las acusaciones de genocidio son «infundadas» y descartó que vaya a cambiar su postura sobre la Franja y a pedir un alto el fuego permanente en el enclave. Su presidente, Joe Biden, pidió que no se minimicen «los horrores» cometidos el 7-O.

Por su parte, la UE reclamó la implementación «plena, inmediata y efectiva» de la orden emitida por la CIJ, sin mencionar a Israel. En ese sentido se expresó el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, quien añadió que «seguiremos defendiendo la paz y el fin de la guerra, la liberación de los rehenes, el acceso a la ayuda humanitaria y la creación del Estado palestino junto a Israel para que ambos convivan en paz y seguridad».

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, consideró «valiosa la decisión de orden judicial provisional adoptada por la CIJ con respecto a los ataques inhumanos en Gaza y la acojo con beneplácito».

También los países árabes acogieron con satisfacción un decisión que consideraron histórico. Egipto, Jordania, Omán, Kuwait, Arabia Saudí y Qatar, que ejerce de mediador en las negociaciones para intentar lograr un alto el fuego, instaron a Israel a cumplirla.

Desde América Latina, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, equiparó en la red X el dictamen de la CIJ a un «triunfo de la Humanidad» y destacó que «lo que se impone es un cese al fuego para la liberación integral de los rehenes en ambas partes».



Israelek milaka zibil hondamendira eraman dituela dio NBEk

Nazio Batuen Giza Eskubideetarako bulegoak Israeli leporatu dio Gazan «segurutzat» jotako eremuetan bonbardatzen jarraitzen duela. Horrez gain, Gazako hegoaldeko Khan Yunis hiriaren inguruan zibilak ebakuatzeko ematen dituen aginduak «kaotikoak» direla nabarmendu zuen atzo.

«Gazan ez gaude hondamenditik urrun», adierazi zuen Palestinako lurralde okupatuetako bulego honen arduradun Ajith Sunghayk.

Khan Yunisen izan zen Sunghay joan den astean eta bertan jendea «egoera onartezinean» bizi dela nabarmendu du. Inguru horretan bizi diren gehienak desplazatuak dira -urriaren 7tik 1,9 milioi lagunek utzi behar izan dute beren etxea- eta ia guztiak gutxieneko baliabideak eskaintzeko gai ez diren eremuetan bizitzera behartuak izan dira.

Antzeko egoera dute Rafahn. «Israelgo agintariek beren etxetik kanporarazi dituzten pertsona desplazatuak ikusi ditut. Ez zuten aterperik lortzeko inolako itxaropenik eta hondakin-uren ondoan kalean bizitzen ari ziren», azaldu zuen atzo Sunghayk.

Bitartean, Israelek erasoetatik libre utziko zituela esandako eremuetan bonbak bota ditu, Khan Yunis mendebaldean kasu. Eremu honetan 500.000 lagun eta hiru ospitale erasoak pairatzen ari dira, Nazio Batuen Erakundeko arduradun honek azpimarratu zuenez.

«Kezka handia dut ebakuaziorako agindu kaotiko eta masibo hauek eraginkorrak izango ote diren eta Palestinako zibilen segurtasuna bermatuko duten», onartu zuen. Are gehiago, hemendik aurrera Gazako biztanleak egoera larriagoan egongo diren kezka adierazi zuen, Israelen aginduei jarraitzen badiete ere.

Gauzak horrela, Israel ez dela nazioarteko legediak ezartzen dituen betebeharrak betetzen ari salatu zuen Sunghayk. GARA