Natxo MATXIN
OSASUNA

Punto en el Pizjuán con Budimir en el olimpo de los artilleros

El ariete croata, que supera como goleador histórico de Primera a los mitos Echeverría e Irigibel, marcó la diana del empate en el minuto 55.

Con su habitual gesto, Budimir celebró una diana histórica en la clasificación de goleadores rojillos en Primera.
Con su habitual gesto, Budimir celebró una diana histórica en la clasificación de goleadores rojillos en Primera. (Manu GÓMEZ | AGENCIA LOF)

No se pudo conseguir la ansiada victoria a domicilio que se resiste desde hace cuatro meses, pero Osasuna sí que consiguió sumar en el Sánchez Pizjuán, donde Ante Budimir, con su décima diana liguera y la 37ª vistiendo de rojillo en Primera, supera a dos míticos delanteros como José Manuel Echeverría y Patxi Irigibel.

La escuadra navarra volvió a ser la de esta temporada, la de dos caras completamente diferentes, con un primer tiempo sin apenas llegadas y con muchos despistes atrás, y un segundo periodo con el equipo más metido, generando ocasiones y con bastante más colmillo como para materializar la igualada.

Esa sensación ciclotímica ya quedó patente cuando apenas se estaba cumpliendo el quinto minuto de juego. Isaac, un delantero de la cantera hispalense que hasta hace bien poco estaba jugando en 2ª RFEF, le hizo el primer roto a un Catena que no termina de asentarse, ni jugando con dos centrales, ni con tres.

Porque el técnico rojillo, Jagoba Arrasate, volvió a repetir once y el 5-3-2 que tan buen rendimiento le dio hace una semana frente al Getafe. Poblar la zaga no trajo consigo mayor seguridad, ni mucho menos. Osasuna navegó durante esos primeros 45 minutos en una nebulosa que no le permitía hacerse con los balones divididos, ni sentirse fuerte en las segundas jugadas, con lo que iba camino de ser castigado por su indefinición.

Y ello ocurrió en el 25. Esta vez, Isaac no perdonó. En la primera ocasión que se fabricó se topó con la manopla de Herrera, pero en la segunda fue bastante más preciso. Y quirúrgico, al llevarse de saque de banda un balón, con caño incluido a Catena, y posterior remate imposible para el guardameta rojillo.

REACCIÓN

Pudo ser peor. Unos descolocados visitantes dejaban los suficientes espacios atrás como para que el Sevilla les buscase las espaldas con demasiada facilidad. Cumplida la media hora, Ocampos dispuso de un magnífico lance para duplicar la ventaja andaluza ante el mal marcaje de Juan Cruz, que tampoco estuvo excesivamente fino en tareas defensivas. De nuevo, Herrera salió al rescate para mantener a su equipo metido en el encuentro. Si el 2-0 hubiese subido al luminoso, quizás esta crónica tendría un cariz diferente.

Apenas tres minutos más tarde, llegó el primer disparo a puerta de Osasuna, signo de que parecía despertar de su letargo. Moi Gómez engatilló un balón a bote pronto desde la media luna que salió como un resorte en dirección a la base del poste, pero Nyland adivinó la trayectoria y, aunque le generó ciertos problemas atrapar la pelota, finalmente se hizo con ella.

Tras el receso, la imagen y el manejo de los rojillos sobre el verde cambió por completo. Se metió en el campo de un rival atenazado por su situación clasificatoria y no cejó en su empeño hasta que logró la igualada. Y, cómo no, tenía que ser por mediación de un Budimir que asciende al olimpo de los goleadores osasunistas. El 1-1 llegó de estrategia, una faceta a la que le está sacando mucho partido el equipo navarro este curso.

El ariete croata peinó en primera instancia un corner y el cuero cayó en las botas de David García, que no se lo pensó dos veces y chutó con la zurda, un disparo que se convirtió en asistencia para que el de Zenica empujase a las redes con su tibia.

Incluso hubo tiempo para remontar. Con uno más sobre el campo tras la expulsión de Suso por planchazo sobre el tobillo de Aimar, el de Arazuri tuvo un remate roscado buscando el ángulo que se marchó muy cerca de la escuadra en el 89.