GARA Euskal Herriko egunkaria
1999

Una mirada propia a la realidad de Euskal Herria y del mundo

Aspecto de la redacción de GARA en Donostia en su primer año de funcionamiento, en 1999. (Andoni CANELLADA | FOKU)

Los casi veintiún años de existencia del diario “Egin” y los veinticinco de GARA han dejado escrita la historia de medio siglo de periodismo vasco y han servido para ofrecer a la ciudadanía vasca una mirada propia, desde un concepto de país, a los acontecimientos acaecidos durante casi cinco décadas tanto en Euskal Herria como en el mundo.

“Egin” nació en septiembre de 1977 con Mariano Ferrer como director. Eran años muy convulsos y, en los primeros cuatro años, tuvo otros tantos directores. A Ferrer le siguieron Juan Ramón Martínez (que murió en accidente de tráfico a finales de 1978), Luis Lacasa y Mirentxu Purroy, quien a poco más de un año de asumir su mandato, el 31 de enero de 1980, presentaba su dimisión.

Purroy era ya entonces una referente del periodismo vasco tras fundar un año antes en Iruñea la revista semanal “Punto y Hora de Euskal Herria”, publicación que fue objeto de muchos atentados de la ultraderecha, secuestros de la publicación e incluso amenazas de muerte. La propia Mirentxu Purroy acabó en la cárcel por publicar una carta sobre la represión de la Guardia Civil en las fiestas de Lekeitio.

El Consejo de Administración de “Egin”, tras aceptar su dimisión, expresaba su agradecimiento «más profundo» a una labor «incansable, dura, ingrata, expuesta y valiente, que en el silencio de su dirección ha sabido llevar con tacto y con ilusión. Su entrega total y su profesionalidad han hecho que diariamente hayamos podido leer ‘Egin’».

Ese mismo 31 de enero de 1980, Purroy era relevada por José Félix Azurmendi, pieza clave del desarrollo y estabilidad de “Egin”. Asumiendo el mayor número de procesos judiciales que jamás fueron incoados en tan corto espacio de tiempo a un periodista (solo por ello podría pasar al Libro de los Records del Guiness), este periodista vizcaino dirigió el rotativo durante cerca de ocho años, desde el 1 de febrero de 1980 hasta el 15 de julio de 1987.

Gracias a la labor de estos primeros directores y de los miembros del equipo de redacción, “Egin” fue configurándose como un órgano fundamental en el panorama comunicativo vasco, ofreciendo a la ciudadanía de este país una mirada propia a los acontecimientos acaecidos durante el último medio siglo tanto en Euskal Herria como en el mundo.

Como, por ejemplo, la masacre ocurrida en la embajada del Estado español en la ciudad de Guatemala, aquel 31 de enero de 1980, cuando la Policía Nacional de aquel país asaltaba la sede diplomática para desalojar a los disidentes políticos y campesinos indígenas que la tomaron para protestar por el genocidio maya. La Policía los quemó vivos con fósforo blanco, provocando la muerte de 36 personas.

ACTUACIONES POLICIALES, NOTICIA DIARIA

Las actuaciones policiales también fueron noticia diaria en Euskal Herria. Como la protagonizada por las entonces denominadas FOP en Gasteiz contra cientos de estudiantes que se manifestaban en defensa de la enseñanza pública vasca y que fueron disueltos duramente a los pocos minutos de iniciar la marcha.

En aquellos años, las FSE reprimían con saña cualquier movilización que se celebrase en la calle. En 1987, por ejemplo, ocho personas resultaban heridas en Donostia cuando participaban en una movilización contra la entrega de Iñaki Irastorza. Ese mismo día, la Policía detenía a tres miembros de EHE por participar en una concentración ante la oficina de Correos de Bilbo para pedir la euskaldunización de dichos servicios.

En medio de la avalancha de noticias de carácter político, el deporte también conseguía hacerse un hueco en aquellos años, con proezas como la conseguida por el harrijasotzaile de Leitza Iñaki Perurena, que el 31 de enero de 1987, en Donostia, conseguía alzar dos veces la piedra de 300 kilos, en el marco de la mítica prueba de las Seis Horas de Euskadi.

Una foto, la de Perurena, que dio la vuelta al mundo, como la del devastador incendio que el 31 de enero de 1994 destruyó el Gran Teatre del Liceu de Barcelona.

Pero el conflicto político volvía a ocupar las portadas de los diarios de la época. En 1996, ETA asumía el secuestro del funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara, en un comunicado en el que exigía el cese de la represión en las cárceles, lo que provocaría «un gesto equivalente» por parte de la organización armada.

La asociación de familiares Senideak informaba ese mismo día de casos de extrema gravedad, como el ocurrido días antes en Jaén, donde funcionarios de aquella prisión formaron un «pasillo» por el que obligaron a pasar a los presos que acudían a las visitas con sus familiares, quienes previamente habían sido también objeto de intimidaciones.

CORRUPCIÓN DEL PP

La corrupción política ha sido otro de los temas que ha ocupado portadas y portadas de los diarios “Egin” y GARA. Como el 31 de enero de 2013, día en el que se hacía pública la contabilidad en B del Partido Popular, que el extesorero Luis Bárcenas habría estado llevando desde 1990 hasta 2009.

En dicha contabilidad figuraban numerosos políticos y empresarios, incluyendo al entonces presidente del Gobierno español y líder del Partido Popular, Mariano Rajoy, y a los vicesecretarios Rodrigo Rato y Jaime Mayor Oreja, entre otros.

Y mientras todo esto sucedía, la portada de GARA del 31 de enero de 2019 volvía a reflejar la dura realidad de la labor periodística vasca. Sobre un fondo blanco, un breve texto informaba a las y los lectores de que este periódico se veía obligado a alcanzar un acuerdo con la Seguridad Social española para saldar la deuda de “Egin” que el juez Baltasar Garzón le endosó arbitrariamente.

«Un expolio que empobrece al país» era el titular, tras el que se explicaba que, para garantizar la viabilidad del proyecto, se había visto obligado a afrontar el pago de más de tres millones de euros, con un calendario muy ajustado.

La herencia envenenada de Garzón y Aznar golpeaba, de nuevo, el futuro de GARA y de la pluralidad informativa en Euskal Herria.