Raimundo FITERO
DE REOJO

Sacramentación intermitente

A veces personajes de la más oscura historia política aportan nociones sugerentes. Pongamos que hablemos del señor que inspiró a Elon Musk para rebautizar una red social. Perdonen que me lío, Míster X, o sea, Felipe González, un buen servidor de sus amos que asegura que las energías renovables van a producir a la larga unos residuos igual de nocivos o más que las nucleares, y que se dice que son limpias porque alguien lo «sacramentó». ¿Eh? Sacramentar es un verbo transitivo. Se usa de manera habitual en Tolosa para referirse a sus famosas alubias.

Por cierto, el señor Musk asegura que ya existe algún ser humano que lleva un chip cerebral. Acaba de sacramentar esta idea, por lo que tenemos una vía de distracción o de conversión más. Vamos a fijarnos mucho para ver quién se comporta como si fuera un robot o un portavoz de la banda del PP. Me propongo hacer un estudio de campo. Porque me encantaría entender las reacciones de especialistas, inversores y fumigadores de esperanzas dando los datos de las bolsas y qué significa para el coste de mi desayuno ecuménico que el Ibex esté o no esté en los 9.900 puntos. Si un chip me da la luz, me lo pongo

Algunas organizaciones sindicales, agrarias y de transportes, están en una acción vindicativa coordinada para sitiar París. Así lo proclaman. Nos caen imágenes de caravanas de unos tractores superlativos, de colas imposible de asimilar de camiones. Una lucha sacramentada por acumulación de circunstancias complejas. Más al sur, los jueces de la banda siguen escribiendo autos aberrantes.