02 FEB. 2024 KOLABORAZIOA Protejámonos, protejamos Busturialdea Erroxeli OJINAGA FILIBI y Edorta JIMENEZ ORMAETXE Zain Dezagun Urdaibai Después de que, a golpe de publirreportajes financiados por el erario público, nos han metido hasta en la sopa que el Guggenheim bicéfalo de Urdaibai se iba a ejecutar «sí o sí» a partir de este año entrante, ahora leemos en la prensa afín al proyecto, esa que es miembro del Patronato del Guggenheim Bilbao Museoa, que «el Patronato del Museo Guggenheim Bilbao, en el que participan la matriz americana y las instituciones vascas, se ha dado dos años de reflexión, este y 2025, para decidir si sigue adelante con la ampliación en Urdaibai, según ha adelantado este lunes el lehendakari, Iñigo Urkullu». Habrá que analizar si esta tregua táctica o «alto el fuego» en esa operación de saqueo de lo público, privatización del dominio público marítimo terrestre y sacrificio programado de la única Reserva de la Biosfera de la Comunidad Autónoma Vasca, necesita alguna reflexión que no sea la electoralista por lo reflejado en las encuestas, donde el modelo neoliberal del PNV y sus aliados poniendo Urdaibai, Bizkaia y la CAV a los pies de las empresas del IBEX35, les va a pasar factura voto a voto. Así que ahora deciden ponerse la piel de cordero, cambiar de modelo de imposición por el de supuesta concertación democrática, y se proponen reflexionar sobre la viabilidad de su proyecto, a fin de cuentas, sobre su propio modelo económico de país. Y resulta que son los mismos que han llevado las decisiones y la redacción de los proyectos arquitectónicos y demás, no ya al batzoki de Abando, sino a la sede matriz de la Fundación Guggenheim en Nueva York y a su complejo de asesorías de cabecera, quienes, a base de informes millonarios a la carta, han permitido que sus medios pontifiquen sin derecho a réplica, es decir, libremente, sobre las supuestas bondades del megaproyecto turístico-hostelero. Eso sí, todos los sermones y alabanzas con cargo a fondos públicos. Desde el movimiento vecinal y ecologista seguimos afirmando que el proyecto de expansión del Guggenheim a Busturialdea no precisa de más análisis, tanto por su nulo interés socioeconómico, en cuanto que es evidente su vocación de fomento de un turismo de masas desbocado e incontrolable, como por sus demostrados daños al medio ambiente protegido, así como los nada desdeñables al patrimonio histórico-artístico o a la cultura autóctona. Algo que tanto Urdaibai como el litoral vasco en general viene sufriendo desde los años de la burbuja del ladrillazo de la mano de los Jóvenes Burukides Bizkainos. Duermen en los estantes de las administraciones públicas planes de desarrollo socioeconómicos (como el Padas de 1998, o el Plan Estratégico de Desarrollo Sostenible de Urdaibai 2010) incumplidos y boicoteados por las elites de zapatos italianos, cuellos engominados y trajes de Armani, planes que bien se podrían ejecutar con los 137 millones de que pretenden dilapidar en esta operación. Pero alguien que lleva gobernando desde que en 1984 se declaró por la Unesco la Reserva de la Biosfera de Urdaibai, debería de reconocer que han sido sus decisiones antidemocráticas e interesadas las que nos han llevado a tener la ría más contaminada del Cantábrico, el sector agroforestal liquidado, los montes llenos de plantaciones exóticas, los manantiales secos o contaminados, el pequeño comercio desaparecido y la industria en la UVI. Zain Dezagun Urdaibai va a seguir en la brecha. Desde nuestra propia legitimidad histórica y popular hemos presentado ante la Audiencia Nacional la correspondiente alegación a la reducción de la protección de 100 metros a 20 en la orilla de Murueta, obra de la Santa Alianza PNV-Miteco, y tenemos la intención de recurrir a las instituciones europeas e incluso superiores en defensa de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai y por el futuro de Busturialdea. La victoria es parcial. Por lo que hacemos un llamamiento a mantener la movilización y seguir organizándonos cada vez más efectivamente, al apoyo económico, a la pelea institucional, al intercambio de información y la lucha contra los bulos disfrazados de noticias que la Fundación Guggenheim no deja de fumigar sobre nuestras cabezas. Protejámonos, protejamos Busturialdea. Duermen en los estantes de las administraciones públicas planes de desarrollo socioeconómicos (como el Padas de 1998, o el Plan Estratégico de Desarrollo Sostenible de Urdaibai 2010) incumplidos y boicoteados por las elites de zapatos italianos, cuellos engominados y trajes de Armani