Israel bombardea otra guardería mientras sigue asediando a Jan Yunis

El Ejército israelí continuó ayer su implacable ofensiva contra la Franja de Gaza con bombardeos aéreos sobre la ciudad fronteriza de Rafah, refugio para más de un millón de desplazados palestinos, donde el régimen sionista atacó ayer otra guardería matando a al menos dos niños. Mientras tanto, mantiene su asedio sobre la devastada Jan Yunis.

Mientras continuaban las negociaciones para un acuerdo sobre una posible tregua en la ofensiva militar israelí sobre la Franja de Gaza, el Ejército sionista intensificó sus bombardeos contra Rafah, donde hay atrapados más de 1,3 millones de civiles desplazados forzosos a los que Israel obligó a dejar sus hogares y huir hacia el sur del enclave para una vez hacinados allí atacarlos por tierra, mar y aire.

Cuando la ofensiva entra en su quinto mes, al menos dos niños murieron y decenas resultaron heridos ayer en un ataque aéreo israelí contra otra guardería en la que se refugiaban decenas de familias desplazadas en la populosa ciudad situada junto a la cerrada frontera con Egipto.

«Los niños estaban durmiendo cuando pasó todo. La habitación cayó sobre mi hijo. Dios se llevó a uno de mis niños y tres se salvaron», contó a AFP Ahmad Bassam al-Jamal. «Ahora mi niño es un mártir en el cielo», añadió, con la voz quebrada.

Fuentes médicas reportaron también decenas de fallecidos tras el bombardeo de aviones de combate israelíes en una zona residencial de Deir al-Balah, en el centro de la Franja de Gaza.

En el norte de Gaza, mientras, personal del hospital Kamal Adwan informó de la llegada de decenas de cadáveres, tras la retirada de las tropas israelíes de la zona norte. Y en la ciudad de Gaza, por sexto día consecutivo, persistió el asedio militar al hospital de Al-Shifa, indicó la agencia local Wafa, impidiendo que los civiles sean evacuados en medio de intensos bombardeos en las proximidades del recinto.

27.365 CIVILES

El Ministerio de Salud gazatí informó de la muerte de al menos 127 palestinos en las últimas horas, lo que eleva el número de víctimas mortales a 27.365 civiles, la gran mayoría menores y mujeres. La cifra no incluye a los más de 8.000 desaparecidos bajo los escombros, mientras que los heridos son 66.630 desde el 7 de octubre.

Entretanto, crecen los temores ante una escalada militar contra Rafah, donde los desplazados que viven en refugios y campos improvisados, amenazados por la escasez y las epidemias, después de que el ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant, citara a esta ciudad como siguiente objetivo tras destruir Jan Yunis.

El Ejército israelí dijo haber desmantelado el cuartel general de la Brigada de Jan Yunis de Hamas, conocido como Al-Qadsia, donde sostiene que había un centro de entrenamiento y las oficinas de su comandante Mohamed Sinwar, hermano de Yahya Sinwar, líder de Hamas en la Franja.

También informó de que sus paracaidistas intensificaron los combates en la zona de Al-Amal, en el oeste de Jan Yunis, donde Israel dice que se esconden combatientes de Hamas y que han hallado armas, entradas a túneles subterráneos, puestos de observación y fábricas de armas.

Allí está el hospital homónimo, asediado desde hace dos semanas y donde la Media Luna Roja palestina, que lo gestiona, ha denunciado múltiples ataques y la imposibilidad de acceso de las ambulancias.

Desde principios de diciembre, las tropas israelíes centran su ofensiva dentro del enclave en Jan Yunis, principal ciudad de la Franja y bastión de Hamas en el sur, y donde creen que se esconde Yahya Sinwar.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, aseguró que el Ejército ha destruido «17 de los 24 batallones» de Hamas. «La mayoría de los que quedan están en el sur de la Franja y en Rafah, y nos ocuparemos de ellos», añadió.

Según datos de la ONU, la ofensiva sionista ha provocado el éxodo de la población y más de 1,3 millones de habitantes, de un total de 2,4 millones, se encuentran ahora refugiados en Rafah.

«Queremos que termine esta guerra porque estamos exhaustos. Esperamos volver a casa, incluso si nuestras casas están en ruinas», afirma Abdelsalam Abu al-Shaar, que huyó de la ciudad de Gaza, en el norte del territorio. «Somos civiles indefensos. ¿Por qué bombardean a todo el mundo?», se pregunta.

FRENTE DIPLOMÁTICO

El secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, tenía previsto llegar ayer a Oriente Medio para apoyar las negociaciones sobre una nueva tregua entre Israel y Hamas. Su agenda prevé que viaje a Qatar, Egipto, Israel, la Cisjordania ocupada y Arabia Saudí.

Entretanto, sigue la negociación para una segunda tregua, más larga que la de una semana que en noviembre permitió la liberación de un centenar de israelíes retenidos en Gaza a cambio de palestinos detenidos por Israel.

El acuerdo prevé una tregua de seis semanas con la liberación de entre 200 y 300 palestinos detenidos en Israel a cambio de 35 a 40 cautivos en manos de Hamas.

En Beirut, un miembro del movimiento palestino, Osama Hamdan, dijo que es prematuro hablar de tregua y que solo hay «un acuerdo marco que necesita ser estudiado».

Netanyahu aseguró que su Gobierno «no aceptará cualquier acuerdo, ni a cualquier precio» sobre una tregua en la Franja, cuando se esperaba una respuesta de las partes, que se demora, a la propuesta de acuerdo mediada por Qatar y Egipto.

Los huthíes prometen represalias

Los huthíes de Yemen prometieron represalias por los bombardeos de EEUU y Gran Bretaña contra decenas de objetivos en el país, un día después de los ataques den Siria e Irak contra grupos proiraníes y que Washington aseguró que continuarán. Es la tercera operación conjunta de EEUU y Gran Bretaña contra los huthíes, que no obstante han mantenido sus asaltos en el mar Rojo y el golfo de Adén contra barcos vinculados a Israel en apoyo a Gaza.

Estos ataques «no quebrantarán» el «apoyo huthí al pueblo palestino que resiste en Gaza y no quedarán impunes y sin respuesta», advirtió Yahya Saree, portavoz militar, quien agregó que sus capacidades militares «no son fáciles de destruir». Habló de 48 bombardeos en Sana’a, Hodeida y las provincias de Taiz, Al-Bayda, Hajja y Sadá. «O hay paz para nosotros, Palestina y Gaza, o no hay paz ni seguridad para ustedes en nuestra región», dijo el sábado otro portavoz huthí, Nasr al-Din Amer. «Responderemos a la escalada con escalada», aseveró.

Irán condenó los ataques, una estrategia que, según Teherán, «contradice» el deseo de Washington de «no querer una extensión del conflicto» en Oriente Medio.

Hamas denunció una «escalada» que amenaza la estabilidad de la región. «EEUU y la ocupación sionista tienen toda la responsabilidad por las repercusiones» de estos ataques, añadió.GARA