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Talat Xhaferi, primer albanés al mando de Macedonia del Norte

Talat Xhaferi, de la Unión Democrática para la Integración (DUI), dirigirá un Ejecutivo técnico encargado de organizar los próximos comicios en Macedonia del Norte. Su elección, cargada de simbolismo, refleja el creciente peso político en el país de la comunidad albanesa, que suma el 25% de la población.

Talat Xhaferi ofrece un discurso tras ser elegido primer ministro de Macedonia del Norte el pasado 28 de enero. (Robert ATANASOVSKI | AFP)

Durante 100 días, hasta que se celebren las elecciones parlamentarias en primavera, Talat Xhaferi será el primer ministro de Macedonia de Norte. El pasado28 de enero, Xhaferi obtuvo el respaldo mayoritario del Parlamento, con 65 de los 120 escaños, y se convirtió en el primer representante de la comunidad albanesa que ocupa el cargo de jefe de Gobierno en el país.

Este Ejecutivo, el tercero de la legislatura tras los de los socialdemócratas Zoran Zaev y Dimitar Kovacevski, no supone un cambio en el rumbo del país, sino que refrenda simbólicamente el auge de la comunidad albanesa y su lucha por la igualdad. Por eso, figuras como la presidenta de Kosovo, Vjosa Osmani, y el líder de la Unión Democrática para la Integración (DUI), Ali Ahmeti, consideraron «histórico» el momento. «Este día es histórico para ambos, albaneses y macedonios, porque nos estamos convirtiendo en una sociedad igualitaria», reconoció Ahmeti.

Tras las elecciones legislativas de 2020, la Unión Socialdemócrata de Macedonia (SDSM) del entonces líder Zoran Zaev forjó una coalición con la DUI y, entre una amplia serie de acuerdos, se comprometió a que un representante albanés fuese investido primer ministro antes de concluir la legislatura. Con la elección de Xhaferi se honra este acuerdo, aunque escueza a buena parte de la sociedad macedonia y provoque rechazo en el principal partido en la oposición, la paneslava Organización Revolucionaria Macedonia del Interior (VMRO), cuyos representantes se abstuvieron en la votación de investidura.

Macedonia del Norte tiene casi dos millones de habitantes, de los que el 65% son macedonios y el 25%, agrupados en el oeste y noroeste, albaneses. Aunque obtuvo la independencia de Yugoslavia de forma pacífica, las rencillas identitarias no quedaron resueltas en la transición y, al igual que en otros lugares de los Balcanes en los años 90, a orillas del río Vardar, en Macedonia, la mayoría eslava negó los derechos educacionales o de representación autonómica a las minorías.

LLAVE RECURRENTE DE GOBIERNO

En 1999, la victoria del Ejército de Liberación de Kosovo (UÇK) sobre las fuerzas yugoslavas alteró la balanza de poder y azuzó el movimiento panalbanista en los Balcanes. En 2001, tras meses de escaramuzas, estalló en Macedonia un conflicto de baja intensidad liderado por la milicia del Ejército de Liberación Nacional, la rama macedonia del UÇK. Ante el avance de la guerrilla, el Estado terminó capitulando meses después; y en virtud de los acuerdos de paz de Ohrid, se comprometió a dar derechos a las comunidades.

Desde entonces, la DUI, el partido heredero del UÇK, es la principal fuerza albanesa en el país. Dirigido por Ali Ahmeti, uno de los líderes de la extinta guerrilla, su respaldo supera el 11%. Pese a que los macedonios detestan a los representantes de la DUI, a quienes consideran en muchos casos «terroristas», los albaneses capitalizan su apoyo electoral y son la llave recurrente de gobierno: pragmática, la DUI se ha beneficiado de la disputa entre las dos formaciones eslavas hegemónicas, la VMRO y la SDSM, a las que ha apoyado indistintamente según la coyuntura.

En un país segregado en el que las comunidades eslava y albanesa votan a formaciones de su misma nación, la DUI ha demostrado su capacidad para bregar por los derechos de su comunidad y, valiéndose de su estructura clientelar, contener el auge de otros partidos: en las últimas elecciones conquistó el 11,5%, dos puntos más que la coalición Alianza por los Albaneses - Alternativa. A 100 días de las elecciones, pese al reguero de corrupción que arrastra, la DUI es de nuevo favorita entre el electorado albanés, más ahora que ha logrado investir como primer ministro a Talat Xhaferi, quien desertó del Ejército macedonio para enrolarse en el UÇK y que, más tarde, ocupó destacados cargos, como el de presidente del Parlamento.