Paso atrás de Osasuna en su objetivo de asentarse en la zona tranquila de la clasificación en Primera. El equipo navarro llegaba al duelo tras encadenar tres victorias consecutivas en El Sadar, pero un minuto y medio de desconexión en la retaguardia, acabó con sus opciones de puntuar. El Celta, con un Rafa Benítez muy cuestionado, aprovechó los errores defensivos de los rojillos para encarrilar el triunfo en la primera mitad. Osasuna peleó con insistencia para recortar la diferencia, aunque fue el conjunto gallego el que sentenciaba en el último minuto del encuentro.

Jugadores como David García, que fue homenajeado por los 300 partidos, y Juan Cruz se mostraron autocríticos con la actuación del equipo en las declaraciones realizadas tras el partido. Según lamentaron, se les escapó el partido por ese minuto fatídico en el que concedieron dos goles. «No puede pasar», enfatizaba Juan Cruz que también admitía que no fueron capaces de generar peligro en ataque.

A su vez, Jagoba Arrasate señalaba que fue «un querer y no poder» en la faceta ofensiva. Insistió en que los dos goles consecutivos encajados fueron decisivos y consideraba que sus jugadores podían haber hecho algo más para defender esas acciones. El técnico añadió que deben aprender de esos errores y «resetear» para afrontar el derbi del sábado en Anoeta contra la Real. El conjunto rojillo dispone de una renta de nueve puntos de ventaja sobre el descenso, pero no puede confiarse demasiado.

CAMBIOS

Arrasate remodeló el equipo por completo con respecto a la visita al Barcelona, pero mantuvo el esquema con una línea defensiva compuesta por cinco jugadores. El centro del campo fue para Iker Muñoz, Pablo Ibánez y Moi Gómez con Budimir y Raúl García de Haro en punta.

El Celta también apostó por un sistema similar reforzando la retaguardia y la medular con el noruego Larsen como único delantero.

Budimir estuvo a punto de abrir el marcador tras un error de Unai Núñez en la salida de balón. El croata no acertó. En cambio, Larsen enviaba para dentro un contragolpe bien comandado por Luca de la Torre. Un minuto después, se intercambiaban los papeles y De la Torre hacía el segundo aprovechando el despiste de la zaga local.

Osasuna llevó la iniciativa en todo momento y modificó el sistema en la segunda mitad. Pasó a jugar con cuatro defensas atrás y Rubén Peña por delante de Areso. Arrasate no tardó en refrescar el equipo con cinco cambios, aunque no lograron crear ocasiones claras. La mejor la tuvo Budimir, pero su remate se fue alto.

El Celta aguantó bien las acometidas del conjunto navarro y fue encontrando espacios para hacer daño con el paso de los minutos. Y, al final, el griego Douvikas terminaría sentenciando el duelo.