Manex ALTUNA
BILBO
ATHLETIC

Una prueba de madurez y personalidad superada sin caer en provocaciones

El Athletic salió victorioso del Metropolitano, tanto sobre el terreno de juego como en las «batallitas» planteadas por el Atlético de Simeone. Una demostración del paso adelante que ha dado esta temporada, pero que hace falta certificar en San Mamés.

A Prados le tocó pelear ante un campeón del mundo como De Paul.
A Prados le tocó pelear ante un campeón del mundo como De Paul. (Tomás GARRIDO | LA OTRA FOTO)

Cholo Simeone y los jugadores del Atlético acabaron desquiciados el duelo contra el Athletic. La tangana final con Yuri, con intento de manotazo del argentino al delegado Sendoa Agirre, lo dejó en evidencia. A su vez, quedó retratado con su silencio en sala de prensa para quejarse de las decisiones arbitrales. Si en el conjunto colchonero consideran que perdieron por el árbitro, supondrá un punto más a favor del Athletic.

En el Atlético se pasaron todo el partido protestando por cada jugada para influir en las decisiones del colegiado. Es la forma habitual de jugar de un equipo y entrenador que se caracterizan por la marrullería. Con esa presión se libraron de la roja a Reinildo por el penalti a Prados y Griezmann no fue amonestado por un pisotón a Sancet. A base de tesón y empuje, estuvieron a punto de igualar con el penalti cometido por Yeray en el descuento. Sin embargo, al colegiado Hernández Hernández le avisaron del fuera de juego previo. Sin el VAR, probablemente, nunca se hubiera anulado esa jugada.

El duelo se empezó a ganar desde la previa. El conjunto colchonero -primero, por medio de Simeone; y luego, con Enrique Cerezo- cargó contra el Athletic por no poder retrasar la fecha del partido. «Arrieros somos y en el camino nos encontraremos», soltó horas antes del choque el presidente colchonero con un refrán que sonó a amenaza.

A esa actitud le añadían la referencia a «el Bilbao», sabedores de que esa denominación no gusta a los leones. El presidente Jon Uriarte esquivó el asunto en la comparecencia realizada el lunes en San Mamés restando transcendencia a la polémica. Antes del partido, siguió la misma estrategia y replicaba con un dicho en euskera «urak dakarrena, urak daroa». Al mismo tiempo, incidía en que es un partido de fútbol y no una guerra.

Valverde tampoco entró al trapo, aunque en el Metropolitano se le vio activo en la banda y acabó siendo amonestado. Se concentró en el plan de partido y convenció a su equipo para centrarse en el juego. Así, el Athletic supo contenerse y no caer en las provocaciones constantes del Atlético.

NOMBRES PROPIOS

No fue una oda al fútbol, ni un partido memorable como la victoria de Old Trafford con Bielsa. Pero no se le puede restar importancia a ganar la ida de las semifinales de Copa en el campo de un equipo que no perdía en casa desde hace un año. El Athletic superó con madurez y personalidad uno de los retos más complicados de los últimos años. Ganar a Barcelona, Real Madrid o Atlético siempre tiene mucho valor, pero hacerlo ante su público son palabras mayores.

La labor del equipo en su conjunto fue clave, aunque es obligatorio destacar la aportación de algunos jugadores por su edad y la respuesta ante ese nivel de exigencia. Para empezar, la actuación de Julen Agirrezabala. No es nada fácil ofrecer un rendimiento tan alto, cuando no se juega de forma habitual. Tuvo algún susto, pero se repuso de inmediato y no se arrugó. A sus 23 años y con 30 partidos en la élite, volvió a enseñar que es un portero en el que se puede confiar.

La misma edad ha alcanzado Beñat Prados. Al principio de temporada tenía pie y medio fuera del equipo. Debutó en el lateral derecho y también probó de central. Las lesiones de compañeros le catapultaron al once y no ha desperdiciado la oportunidad. Sacrificio y entrega en defensa, con capacidad para mover la pelota. De Paul y Koke intentaron intimidarle y no se amedrentó. El penalti decisivo surgió tras ser derribado por Reinildo dentro del área.

El que está creciendo a pasos agigantados es Aitor Paredes. Defensa central que tiene también 23 años. Debutó la campaña anterior y sus actuaciones causaron dudas tras la marcha de Iñigo Martínez. El propio club trató de reforzar la posición en verano, como revelaron desde la dirección deportiva al sondear a Laporte y Azpilicueta. La lesión de Yeray obligó a Valverde a apostar por el de Arrigorriaga para el eje de la zaga junto con Vivian. Ambos se han amoldado a la forma de defender del equipo y son unas de las figuras clave para entender el paso adelante del equipo en esa faceta.

En ataque el principal protagonista fue Berenguer. Después de perderse los últimos partidos por una lesión en el tobillo. Entró en el once para cubrir la baja de Nico Williams y fue el jugador más incisivo. Además de anotar el penalti, que a la postre resultó decisivo. Una pena que Villalibre no acertará en su remate con la pierna derecha en la segunda mitad. El rechace le cayó tras un disparo de Unai Gómez. Hubiera supuesto poner la guinda a una actuación soberbia. Ahora, como recalcaba Valverde, falta dar el último paso en San Mamés. Con ventaja en la eliminatoria, pero con los pies en el suelo, la fuerza del corazón y la mente fría.