En 2021, la Plataforma Navarra contra las Macrogranjas -en la que se integran Greenpeace y la Fundación Sustrai- presentó una denuncia ante la Fiscalía de Medio Ambiente de Nafarroa por «un importante episodio de contaminación de suelo y acuíferos que afectó a la Zona Especial Conservación de los tramos bajos del río Aragón y Arga». Un juez ha visto indicios de delito ambiental en la macrogranja de Caparroso y proponeabrir juicio oral.

Presuntamente, el incidente se produjo como consecuencia de regar con digestatos resultantes del proceso de biometanización las parcelas agrícolas cercanas a la explotación de Valle de Odieta.

Una vez abierto el procedimiento judicial, Sustrai y Greenpeace se personaron en la causa abierta para conocer las actuaciones judiciales y tratar de dirimir las responsabilidades ante la gravedad de los impactos derivados de los vertidos contaminantes.

Concluida la fase de instrucción, siempre según la información facilitada por estas dos entidades, tras la práctica de las diligencias de la investigación, el Juzgado de Tafalla ha dado traslado a las partes para la continuación del procedimiento judicial.

Los grupos ecologistas reiteran la necesidad de «investigar hasta sus últimas consecuencias» los posibles delitos ambientales y de depurar responsabilidades. «Más aún cuando la protección de la biodiversidad, del suelo y del agua representa una necesidad de primera magnitud en estos momentos de emergencia climática», señalan.

Las organizaciones también insisten en que el Gobierno de Nafarroa debería implicarse «de manera efectiva en la defensa e integridad de los espacios protegidos que son de su incumbencia, así como de la salud de todas las navarras y navarros».

Pablo Lorente, de Sustrai, remarcó que el grueso de los documentos que sustentan la denuncia son informes elaborados por guarderío dependiente de Medio Ambiente.

«Para ello, exigimos al Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente del Gobierno de Navarra voluntad, medios y recursos para revertir la situación de todos los territorios contaminados por exceso de nitratos asociados. Al mismo tiempo, le pedimos que abandone el modelo de agroganadería industrializada que está favoreciendo y que, en su lugar, impulse un sistema agroecológico local, desconcentrado y con políticas públicas de choque que favorezcan el retorno al campo y garanticen unas condiciones de vida económicas y materiales dignas a quienes trabajan en él», concluyen.