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CICLISMO

Oier Lazkano logra la aceituna de oro en Jaén

Lazkano, feliz, al cruzar la meta como vencedor. (CLÁSICA JAÉN)

El ciclista gasteiztarra Oier Lazkano, del Team Movistar, se proclamó ayer ganador de la tercera edición de la Clásica Jaén Paraíso Interior, disputada entre las localidades jiennenses de Baeza y Úbeda con un trazado de 153 kilómetros, con un tiempo de 3 horas, 44 minutos y 21 segundos

El vigente campeón de España en ruta coronó una fuga de 110 kilómetros, primero con cuatro ciclistas más y después en solitario en los últimos 13 kilómetros. El gasteiztarra superó a corredores como Tim Wellens (UAE Emirates), que fue cuarto, Sepp Kuss (Visma), sexto, y Michal Kwiatkowski (INEOS Grenadiers), séptimo, en una prueba de mucho nivel. Lazkano releva como campeones de la prueba al esloveno Tadej Pogacar (UAE Team Emirates) y al kazajo Alexei Lutzenko, vencedores en 2022 y 2023, respectivamente.

Oier Lazkano está completando un gran inicio de temporada, ya que, el pasado 31 de enero, en la primera etapa de la Vuelta Ciclista a Valencia, consiguió también un meritorio tercer puesto.

La escapada del día tuvo a otros cuatro nombres propios: Igor Arrieta (UAE Team Emirates), el francés Nicolás Prodhomme (Decathlon), el ecuatoriano Jefferson Cepeda (Caja Rural-Seguros RGA) y el nerlandés Alex Molenaar (Illes Balears Arabay). El quinteto saltó del peloton cuando aún quedaban 100 kms para la meta de Úbeda y en un abrir y cerrar de ojos, con el permiso de los equipos favoritos, empezó a marcar diferencias.

Cuando se afrontó un primer paso por Úbeda, se quedaron solos Lazkano y Prodhomme con una ventaja de 3:36 cuando restaban 36 kilómetros para el final. El UAE puso a sus ciclistas a tirar para terminar con la fuga, aunque el gsteiztarra apuró sus opciones de victoria y dejó clavado a Prodhomme.

Lazkano se agarró a la bicicleta con solo 35 segundos de ventaja, a falta de 5 kilómetros para el final, y sacó fuerzas para lograr un triunfo de ley en una ciudad Patrimonio de la Humanidad como Úbeda

Al término de la carrera, el corredor alavés se mostró «cansado» pero «feliz» por lograr el primer tiriunfo del año. «Como dije en Burgos, ganar en España con el maillot (de campeón estatal) es también una cosa muy bonita. Estoy muy orgulloso de todo el trabajo de estos meses y muy contento de que dé frutos», subrayó el de Movistar.

«Ha sido un pulso muy duro. Muy feliz de que haya dado resultado», dijo. Al ser preguntado por qué se siente cuando por detrás llegan corredores como Wellens, Kuss o Kwiatkowski, respondió que «agonía pura. A 190 de pulsaciones tampoco se puede pensar mucho. Algún día me gustaría ganar más fácil, pero nunca es fácil».