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EL INFIERNO DE GAZA INCENDIAN ORIENTE MEDIO

Un atentado lleva a las calles de Israel la respuesta a las matanzas de Gaza

Hamas definió como «una respuesta natural a la guerra de exterminio» el atentado en el que murieron dos personas en un tiroteo en una parada de autobús en Israel, y llamó a aumentar estas acciones. Mientras, en Gaza el Ejército israelí continúa los bombardeos y operaciones como la del asalto al hospital Nasser, donde mató a cinco pacientes al cortar el oxígeno y la electricidad.

Campos de desplazados al sur de Gaza, junto a la valla fronteriza con Egipto. (Mohamed ABED | AFP)

A pesar de cuatro meses de devastación en Gaza y más de 36.000 palestinos muertos, Israel sigue sin acabar con la resistencia palestina en la Franja y la respuesta a su ofensiva llega incluso a las calles de sus ciudades.

Al menos dos personas murieron y otras cuatro resultaron heridas en un ataque armado contra una parada de autobús en el sur de Israel.

Hamas aseguró que «la operación de comando llevada a cabo es una respuesta natural a la guerra de exterminio cometida por el criminal Ejército de ocupación contra el pueblo palestino en la Franja de Gaza y a la continuación de sus crímenes y los de los colonos terroristas en Cisjordania y Jerusalén». El movimiento islamista pidió a los palestinos «cercar en mayor medida a este enemigo criminal nazi que solo entiende el lenguaje de la fuerza».

La Policía aseguró que un hombre llegó en un vehículo a la parada de autobús cerca del cruce de Masamiya, 40 kilómetros al sur de Tel Aviv, y tiroteó a varias personas antes de ser «neutralizado por un civil que estaba ahí». Dos de los heridos se encontraban en estado grave, por lo que no se descartaba nuevas muertes.

Las fuerzas israelíes replicaron, como suelen hacer en casos, con un castigo colectivo en forma de amplia redada en el campo de refugiados de Shufat, en Jerusalén.

SEIS MUERTOS EN EL NASSER

Las autoridades gazatíes elevaron a cinco los pacientes muertos en el Hospital Nasser, en la ciudad de Jan Yunis a causa de un corte de suministro de electricidad y oxígeno provocada por el asalto el jueves por el Ejército israelí en el interior de las instalaciones.

También se encuentran en riesgo de muerte tres niños en el ala de maternidad y dos mujeres que dieron a luz «en condiciones inhumanas» en las últimas horas. El asalto obligó a decenas de pacientes y refugiados a huir aterrorizados entre disparos y el hostigamiento de los militares.

Por otro lado, Hamas advirtió de que los cautivos israelíes -algunos enfermos- también «luchan por sobrevivir, expuestos a los mismos sufrimientos» que la población palestina bombardeada, hambrienta y sin medicamentos.



Egipto prepara un cerco en el Sinaí

Egipto está construyendo un gran muro de hormigón en su frontera con la Franja de Gaza para contener una posible avalancha de palestinos que huyan de los bombardeos israelíes. Según “The Wall Street Journal”, que cita como fuentes a funcionarios egipcios y analistas de seguridad, las autoridades egipcias están levantando un cerco de más de 20 kilómetros cuadrados con grandes muros de hormigón en una zona del desierto del Sinaí. El complejo, según el diario, intenta contener a un gran número de habitantes de Gaza si lograran entrar tras una ofensiva israelí en la ciudad de Rafah.

Egipto ya ha desplegando soldados y vehículos blindados y reforzado vallas en la frontera en los últimos meses.

El rotativo publica fotografías satelitales tomadas por la empresa Planet Labs PBC que muestran movimientos de tierra en la península egipcia del Sinaí, junto a la Franja de Gaza. En ese campo podrían alojarse más de 100.000 personas, según funcionarios egipcios. Está rodeado de muros de hormigón y lejos de cualquier asentamiento egipcio y, según estas fuentes, se han entregado en el lugar un gran número de tiendas de campaña, aún sin montar.

Egipto ha insistido en rechazar el desplazamiento forzado de la población palestina hacia el Sinaí, una medida también denunciada por la ONU y por los propios palestinos, que rechazan se víctimas de otra Nakba y crear otra generación de refugiados sin perspectivas de retorno. GARA