Raimundo FITERO
DE REOJO

Lo que importa

Me encantaría tener el don de saber en cada instante de mi vida lo que importa de verdad a los otros. Los creadores de mensajes electorales, argumentarios de campaña o de supervivencia mediática, le ponen en la boca a sus transmisores directores e indirectos una idea que se usa a favor o en contra, para indicar su objetivo o acusar al contrario de no hablar de lo que importa. Y después de la resaca en la Luna electoral, ¿qué es exactamente lo que importa?

Mi duda metodológica es si mi actitud en este rincón en el que llevo muchos quinquenios se ha acercado alguna vez a tratar más o menos de cerca lo que importa. O por el contrario, al poner en estos párrafos algunas cuestiones de manera aleatoria, inmediatamente importan a quienes lo leen. Por ejemplo, si leo una recomendación en un medio de comunicación sobre las mejores cinco tipos de arena para gatos, ¿dónde me coloco? Significa que quien eso anuncia ha analizado y comparado otras tantas arenas especializadas para absorber orines y olores gatunos, lo que me lleva a pensar que vivo en un mundo desquiciado.

Como usuario moderado de redes, viajero empedernido por Internet, me parece que lo que importa es lo que han detectado responsables de algunas de las empresas más nombradas que nos cuentan que las redes sociales se están muriendo. Que hay deriva creciente hacia lo efímero, es decir que no interactuamos, que la inmensa mayoría de quienes nos acercamos lo hacemos solamente para mirar, sin aportar nada, que la relación es pasiva. Debemos buscar arena para el gato.