Itziar Ituño, Karra Elejalde, Bernardo Atxaga, Mariasun Landa, Ruper Ordorika, Toti Martinez de Lezea, Amets Arzalluz, Montxo Armendariz, Unax Ugalde, Ramón Barea, Alex Ubago, Harkaitz Cano, Esti Urresola, Gorka Otxoa, Jon Garaño, Aitor Arregi, Asier Etxeandia, Diego Vasallo, Eneko Sagardoy, Aitziber Garmendia, Alauda Ruiz de Azua, Enaut Elorrieta, Ramón Agirre, Telmo Irureta, Andoni Egaña, Aitor Merino, Iñaki Gabilondo, Sara Cozar, Agurtzane Intxaurraga, Verde Prato... la lista de referentes culturales vascos que han unido fuerzas contra el genocidio palestino en Gaza es impactante.

En una comparecencia ante los medios en el Museo San Telmo presentaron una movilización contra el genocidio y en solidaridad con el pueblo palestino el próximo 17 de marzo a las 12:30 en Donostia. Aspiran a que sea masiva.

A lo largo del recorrido, partiendo de Alderdi Eder hasta el Peine del Viento por todo el Paseo de la Concha, se sucederán intervenciones artísticas de pequeño formato, «casi a modo de artistas callejeros: músicas, bertsolaris, mimos, pintoras, cantantes, etcétera». En el punto final, junto a las esculturas de Chillida, tendrá lugar una intervención artística humana masiva, en representación de los muertos en Palestina, que han llegado a 30.000.

Esta dinámica, denominada «Kulturatik Stop Genocidio», tiene dos objetivos: expresar solidaridad con el pueblo palestino y reclamar el fin de la matanza. Se lanza al margen de asociaciones, plataformas, sindicatos, partidos y similares, aunque se hará extensiva a todos ellos y sobre todo a la ciudadanía.

La cantante Olatz Salvador y la directora Agurtzane Intxaurraga leyeron ayer en euskara y castellano el texto escrito por Harkaitz Cano que acompaña a esta iniciativa, «No acostumbrarse, no olvidar», «Ez ohitu, ez ahaztu».

«No queremos acostumbrarnos ante la pérdida de humanidad y la normalización del terror. No queremos acostumbrarnos a que un Estado racista y criminal mate cada día a cientos de personas», subraya el comunicado.

UN NIÑO MUERTO CADA DIEZ MINUTOS

«No queremos acostumbrarnos a que en Gaza cada diez minutos se mate a un niño. A que cada día más de diez niños pierdan una o ambas piernas. El 56% de todos los edificios de la Franja de Gaza han sido destruidos o dañados por las bombas», añade.

«Cuando hay 30.000 muertos en este genocidio, ¿cuántas pesadillas siembran el dolor en el futuro? Traemos la vida a los números, porque nos acostumbramos más fácilmente a los números que a las heridas abiertas. Pero los números no lo cuentan todo», incide. Remarca también que «no hay palabras para contar lo que está pasando. Y, sin embargo, no queremos acostumbrarnos a decir que no hay palabras para describir lo que está pasando. Nos negamos a mirar hacia otro lado y a ser insensibles».

«NO QUEREMOS ACOSTUMBRARNOS A HOSPITALES Y AMBULANCIAS BOMBARDEADOS»

El texto también se hace eco de los sistemáticos ataques a instalaciones sanitarias desde el inicio de la ofensiva militar israelí.

«No queremos acostumbrarnos a los hospitales y ambulancias bombardeados día tras día, a las amputaciones sin anestesia, a la hambruna, a las humillaciones y vejaciones, a los encarcelamientos y torturas sistemáticas, a la actitud impune de los soldados ocupantes que reciben con burla el martirio de sus súbditos».

Los firmantes denuncian que «estamos ante un genocidio, un apartheid sistemático» y afirman que «el simple hecho de dejar avanzar el tiempo con los brazos cruzados sin llamar a las cosas por su nombre nos convierte en cómplices».

Reclaman el cese de todas las relaciones comerciales, militares y diplomáticas con Israel. Y a la Unión Europea que «tome medidas contundentes para obligar al agresor a poner fin a su brutal embestida».

Abogan por un «alto el fuego definitivo, el fin de la ocupación y el cese de la violencia contra hombres, mujeres y niños inocentes».

En su comparecencia de ayer llamaron a alzar la voz en apoyo al pueblo palestino y presentaron un vídeo con aportaciones de artistas bajo el lema «Genozidioa stop». Valoraron muy positivamente la acogida que está teniendo esta iniciativa. «La respuesta está siendo muy amplia, plural y transversal. El vídeo no para de crecer», destacaron.