El funeral de Navalni se convierte en un clamor contra la guerra en Ucrania
El opositor ruso Alexei Navalni fue enterrado en un cementerio de Moscú en medio de un enorme despliegue policial y en presencia de miles de seguidores que quisieron rendirle un último homenaje y convirtieron el acto en un clamor contra la guerra en Ucrania. Medio centenar de personas fueron detenidas en distintos puntos del país.
Miles de personas se congregaron ayer en las inmediaciones de la iglesia del Icono de la Madre de Dios, en el distrito moscovita de Mariino, donde la Policía desplegó un fuerte dispositivo policial con motivo del funeral del opositor ruso Alexei Navalni, que fue enterrado en el cementerio de Borissovo. Una despedida que fue un claro desafío al presidente de Rusia, Vladimir Putin, al que los seguidores de Navalni consideran responsable de su muerte hace dos semanas en la prisión del Ártico en la que estaba encarcelado.
«¡No tenemos miedo! ¡No perdonamos! ¡No a la guerra!», coreaban los asistentes a los funerales, entre los que algunos se atrevieron a gritar «¡Putin, asesino!».
Las colas para despedirse de Navalni se extendían a lo largo de varios kilómetros. En previsión de una muestra de afecto tan multitudinaria, la iglesia ortodoxa de Mariino amaneció rodeada por un cordón policial sin precedentes formado por cientos de agentes. «Los rusos están despertando de su letargo», comentó una pensionista.
«Es un suceso realmente trágico para los millones de rusos que le apoyaban. Y no solo en Rusia, sino en todo el mundo (...) Mientras más gente supere el miedo, más oportunidades tendremos de que Rusia sea pacífica y libre», señaló frente a la iglesia Boris Nadezhdin, político opuesto a la guerra en Ucrania cuya candidatura a la Presidencia ha sido invalidada.
Al sonar las campanas, la gente levantó sus claveles rojos en honor de Navalni. Sólo unos pocos cientos asistieron a la capilla ardiente, pero decenas de miles acudieron hasta últimas horas del día al cementerio de Borissovo, algo que pidió expresamente la madre, Liudmila Navalnaya, a quien las autoridades se negaron a entregarle el cuerpo de su hijo durante días y presionaron para que no hubiera una despedida pública.
En las exequias participó una delegación de la Unión Europea y representantes EEUU, Alemania y Estado francés, entre otros.
«PISOTEA SU MEMORIA»
«La gente del Kremlin lo mató, luego pisoteó su cuerpo, luego pisoteó a su madre y ahora pisotea su memoria», criticó el miércoles su viuda, Yulia Navalnaya, ante la negativa de las autoridades a permitir una ceremonia civil que permitiera exponer su cuerpo al público, acusando a Vladimir Putin y al alcalde de Moscú, Sergei Sobyanin, de ser responsables de esta situación.
Ausente ayer al igual que sus hijos, en un mensaje de despedida en las redes sociales, agradeció a su marido «estos 26 años de felicidad absoluta». «No sé cómo voy a vivir sin ti, pero haré todo lo posible para asegurarme de que estés feliz y orgulloso de mí allí arriba», dijo.
La Policía detuvo a al menos a 56 personas en catorce ciudades durante la jornada de despedida de Navalni.
La caída de Ucrania arrastrará a la OTAN a la guerra, dice EEUU
El secretario de Estado de EEUU, Lloyd Austin, afirmó ayer que la OTAN se verá arrastrada a un conflicto con Rusia en caso de que Ucrania pierda la guerra frente a Moscú. «Si Ucrania cae, (Vladimir) Putin no se detendrá ahí. Seguirá avanzando y atacando territorios vecinos soberanos», señaló en la Cámara de Representantes. «Si Ucrania cae, realmente creo que la OTAN estará en una lucha con Rusia», agregó Austin, quien incidió en la importancia de mantener el apoyo militar a Kiev. «No ayudar a Ucrania es un camino muy peligroso», alertó.
Esas palabras recibieron una rápida respuesta de la portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, Maria Zajarovna, quien las tachó de «locura». «¿Es una amenaza directa a Rusia o un intento de presentar una excusa para (Volodimir) Zelenski? En ambos casos, es una locura, pero ahora todo el mundo ve quién es el agresor: Washington», escribió en Telegram.GARA