Pocas horas después de que el equipo ofreciera una pésima imagen en Gran Canaria, que complica aún más su presencia en los play offs de la liga ACB, Baskonia dio ayer un golpe de timón al anunciar la renovación de su capitán, Tadas Sederskis, hasta 2029.

Sin acceso a la letra pequeña, especialmente a las posibles cláusulas de salida, del nuevo contrato del interior lituano, que llegó a Gasteiz en 2013 y que está en disposición, de permanecer en la disciplina azulgrana 16 años, es un movimiento de calado de la entidad de Zurbano, tanto por lo inesperado de la misma como por la aportación del jugador en los últimos años. Ocupando plaza de jugador de formación en la ACB y terminando contrato en junio, Tadas Sedekerskis parecía una estupenda oportunidad de mercado para los grandes equipos continentales, especialmente Real Madrid y Barcelona por su condición de cupo y, con esta renovación, Baskonia se asegura, cuando menos, recibir una contraprestación económica si el ala-pívot no continúa en Gasteiz este verano.

Pero, en principio, la primera intención es la de que el jugador siga siendo una de las piezas estratégicas del club, con su aportación tanto en números -es uno de los mejores reboteadores de la Euroliga- como en esos intangibles y en su liderazgo dentro del vestuario.

En una entrevista colgada en los canales del club, Sedekerskis reconoce que el proceso para llegar a un acuerdo para su renovación ha sido largo, que ha habido varios equipos interesados en hacerse con sus servicios, pero que su idea siempre ha sido la de seguir en un club al que llegó cuando solo tenía 15 años.

SEGUNDA CASA

Sedekerskis hace un repaso de estos 11 años en Gasteiz, donde incluso acudió al colegio, y no se olvida de nombres que considera importantísimos en su carrera como Alfredo Salazar, Juan Pedro Cazorla y, especialmente, Iñaki Iriarte, «mi padre aquí en Vitoria». Habiendo vivido el baskonismo desde muy joven, ser el capitán azulgrana supone cumplir un sueño, pero no se conforma y quiere «levantar un título» siendo capitán. También le gustaría ver su camiseta en lo alto del pabellón de Zurbano como la de Scola y se mostró «seguro de que me convertiré en el jugador con más partidos en Baskonia».