Natxo MATXIN
DERBI EN EL SADAR

El ariete enmascarado golpea otra vez y los puntos se quedan en Iruñea

Ni siquiera la necesidad de protegerse con una incómoda máscara le impidió a Budimir firmar una nueva cita con el gol, que inclinó el derbi de El Sadar del lado rojillo, en un encuentro en el que ambas escuadras vascas buscaron las porterías, con protagonismo para ambos cancerberos.

Budimir recibe las felicitaciones de sus compañeros tras anotar un gol decisivo.
Budimir recibe las felicitaciones de sus compañeros tras anotar un gol decisivo. (AFP)

Aun medio lesionado, sigue siendo determinante. En un partido marcado por la falta de acierto tanto de Osasuna como de Alavés, afloró la figura de un Budimir que este curso está sembrado y que ya ha alcanzado con la de ayer las 14 dianas ligueras en Primera que anotó Iván Rosado en la temporada 2000-01.

La primera parte resultó accidentada y sin acierto goleador, aunque ambos contendientes dispusieron de ocasiones bastante notables como para alterar el electrónico antes de la llegada del descanso. La parte negativa, sin embargo, no resultó esa ausencia de efectividad, sino las lesiones de Kike Barja y Abqar, especialmente la primera.

El extremo de Noain tuvo que retirarse del campo sin apenas cumplirse el primer cuarto de hora tras realizar un mal gesto con su rodilla izquierda. El futbolista navarro tiró de coraje -no podía desaprovechar una de las pocas oportunidades de saltar de inicio que está teniendo este curso-, pero la articulación no le permitió seguir y habrá que esperar a que el parte médico sea benévolo, aunque las primeras sensaciones no fueron nada halagueñas.

En cuanto al jugador internacional marroquí del Deportivo Alavés, este se fue poco después, fruto de un choque con Budimir, en el que el africano intentó desplazar al balcánico en un balón aéreo, pero en el contacto acabó por llevarse la peor parte en la zona de la pelvis.

Al margen de ambos contratiempos, las dos escuadras vascas no escatimaron esfuerzos en aproximarse a la puerta contraria. Lo hizo bastante mejor en los inicios un Alavés que encontró el camino para superar las líneas rojillas con bastante facilidad.

Consecuencia de ello, cayeron de su lado las mejores oportunidades para adelantarse en el marcador. Un disparo muy colocado de Benavídez (m.11) lo sacó con la puntera David García cuando ya todo apuntaba a que Herrera no iba a llegar a ese balón, algo que sí logró el guardameta burgalés inmediatamente después, ya que la jugada no murió y los babazorros dispusieron de un nuevo remate con la coronilla de Guridi, que el cancerbero rojillo sacó con su manopla a media altura y pegado al palo.

El choque se fue igualando y los anfitriones no solo encontraron la fórmula para zafarse de la presión albiazul, sino que también comenzaron a acercarse con peligro a los dominios de Sivera, sobre todo a balón parado. De uno de ellos, a David García le faltaron centrímetros (m.28) para embocar su cabezazo entre los tres palos.

Dio la réplica el Alavés tres minutos más tarde en un error del propio central de Ibero al intentar evitar un saque de banda, lo que provocó un mano a mano de Samu con Herrando, que resolvió con mucho aplomo el joven defensa rojillo. A partir de ahí, Budimir, ayer enmascarado, y Aimar Oroz pusieron a prueba a un felino Sivera.

El de Arazuri buscó un gran tiro roscado (m.40), al que respondió la estirada del arquero alicantino, quien tuvo que realizar similar intervención en el 45 con un curioso remate con el pecho del ariete croata tras centro desde el lateral. Sin embargo, fueron los visitantes quienes pudieron irse con ventaja al receso, tras un gran toquecito con el exterior de Samu que acabó repeliendo la base de la madera en el descuento del primer tiempo.

MISILAZO

Más contenida fue la salida de los dos equipos tras pasar por vestuarios, una vez cogidas las distancias y las marcas durante los primeros cuarenta y cinco minutos. Únicamente Luis Rioja inquietó en parte a Sergio Herrera con un chut raso, pero excesivamente centrado (m.51).

Correspondió a ese acercamiento Moncayola con otro disparo tampoco excesivamente bien dirigido (m.63), en una fase con alternancia en las llegadas, tras otro chut cruzado y un tanto escorado de Samu (m.64), antes de que David García, con un pinchazo en la parte posterior del muslo derecho, también se viera obligado a marcharse al banquillo.

Se acentuó todavía más el protagonismo de los porteros, con otras dos buenas intervenciones de Sivera y Herrera, quienes bloquaron con sus respectivos cuerpos dos magníficos lances de Rubén García (m.70) y Samu (m.71). Por contra, quien sí se llevó la gloria goleadora fue Budimir con su misilazo en el 76. El croata, una vez más, volvió a perfilarse para su pierna buena al borde del área y se sacó un zurdazo combado desde la media luna ante el que poco pudo hacer el meta babazorro.

Poco pudo hacer el Alavés para reaccionar, con escaso margen de tiempo, aunque dispuso de un par de jugadas de estrategia que la zaga rojilla defendió con solvencia, hasta el punto de que Herrando también estuvo a punto de lastimarse en su rodilla derecha.

Con su victoria, Osasuna mira ahora más hacia arriba -a seis puntos del Betis- que hacia abajo, mientras que El Glorioso tendrá que seguir trabajándose una permanencia que, pese a la derrota, tiene bien encauzada.