Los diputados y senadores reunidos solemnemente en Congreso en el «Ala del Mediodía» del Palacio de Versalles aprobaron por 780 contra 72 la reforma de la Constitución propuesta por el Gobierno del presidente, Emmanuel Macron para introducir el derecho a abortar.

Concretamente, la reforma incluye en el artículo la frase: «La ley determina las condiciones en las que se ejerce la libertad garantizada a la mujer para que pueda recurrir a una interrupción voluntaria del embarazo».

El resultado no fue una sorpresa, toda vez que el texto fue aprobado de forma casi unánime en la Asamblea Nacional o Parlamento (490 idiputados contra 30) y en el Senado (267 frente a 50).

«Cuando los derechos de las mujeres son atacados en todo el mundo, Francia se yergue y se sitúa a la cabeza del progreso», se vanaglorió el primer ministro francés, Gabriel Attal, en X.

La votación supone un hito pero es deudora de decenios de lucha de la izquierda, liderada por las asociaciones feministas, y asumida por el Gobierno liberal de Macron.

Apoyada por el 80% de la población en las encuestas, la derecha y la extrema derecha, históricamente opuestas, o como mínimo escépticas, han dado su brazo a torcer.

El voto en el Senado, dominado por la derecha y el centro, considerado el principal opositor de este derecho, sorprendió por su amplitud.

UNA LARGA LUCHA

EL derecho a la interrupción voluntaria del embarazo fue legalizado en el Estado francés en 1975, cuatro años después del llamamiento-«confesión» de 343 mujeres, entre ellas las actrices Jeanner Moreau y Catherine Deneuve, y las escritoras Simone de Beauvoir, Marguerite Duras y Françoise Sagan. Todas ellas reconocieron haber abortado a lo largo de su vida.

El primer ministro francés, llegó al Palacio de Versalles junto con el hijo de Simone Veil, Jean. La superviviente del Holocausto y ministra de Sanidad en aquella época, fue la que impulso la legalización del aborto.

40 años después, el derecho a abortar está cada vez más en cuestión en el mundo como muestra la anulación en 2022 en EEUU del caso Roe contra Wade, que extendía su aplicación a nivel federal.

La sesión estuvo presidida por la presidenta de la Asamblea Nacional, Yaël Braun-Pivet.

La elección del Palacio de Versalles, levantado por orden del rey Luis XIV, realza la trascendencia del acto pero, además de ser elegido por aforo, tiene reminiscenias históricas. El «Ala del Mediodía» sirvó de refugio para los diputados en el levantamiento popular de la Comuna de 1871.