Parafraseando a su técnico, el Alavés se hizo con los tres puntos más importantes de la temporada y acabó con una sequía de triunfos que se prolongaba por espacio de cinco jornadas. Mendizorrotza volvió a revitalizar al cuadro babazorro, que se hizo con la victoria gracias a un gran gol de Andoni Gorosabel al final del primer tiempo.

Y lo hizo no sin un gran susto final, en el que, de no haber mediado el brazo fuerte de Antonio Sivera y algo de fortuna posterior, se hubiera dado un reparto de puntos para desconsuelo de la parroquia albiazul. Una afición que ve cómo su equipo llega a los 32 puntos y marca una distancia de diez sobre el descenso, lo que supone encarrilar una permanencia virtual que cada vez está más cerca.

Dada la importancia del choque, el cuadro local priorizó evitar errores a lanzarse a tumba abierta, desenvolviéndose con las líneas muy juntas, tejiendo apoyos, cerrando huecos y buscando la espalda del rival con verticalidad y velocidad cada vez que tuvo opción de ello. De una de esas situación llegó la diana que, a la postre, resultaría decisiva.

Hasta entonces, hubo alternancia en las llegadas a ambas porterías. Llevaron mayor peligro los anfitriones en los primeros compases del choque con un tiro muy escorado de Samu, un chut desviado de Gorosabel y el primer disparo entre los tres palos, a cargo de Guridi, que Dimitrievski desvió a dos manos a corner.

Pero el Rayo acabó por hacerse con el control de la pelota y también generó sus aproximaciones. Una contra valle- cana intentó culminarla RDT con un zurdazo que un defensa albiazul desvió a saque de esquina y Unai López lo intentó con un envío raso y colocado, pero sin fuerza, que blocó sin problemas Sivera.

La excesiva horizontalidad en el manejo del cuero de los visitantes provocó más de un fallo en la circulación y de uno de ellos intentó sacar tajada Samu rozando la primera media hora de juego, pero se precipitó en su intentona de colocar el balón en la escuadra.

INDISPOSICIÓN

El partido se tuvo que parar a instancias del colegiado a raíz de ser informado sobre la indisposición de un aficionado en la grada, algo que acabó resolviéndose de manera positiva y que fue el preámbulo del 1-0. Una nueva recuperación en propio campo fue el origen de un gran pase de Blanco a un Gorosabel que supo aprovechar el pasillo abierto por el carril derecho para finalizar con una preciosa picada.

Tras el obligado receso, el envite se reanudó en la segunda parte con sendos goles anulados a ambas formaciones por respectivos fueras de juego, señalados primero por los ayudantes y posteriormente confirmados por el VAR. El primero, por posición antirreglamentaria de Vicente antes de asistir a Javi López y, más tarde, a RDT por partir con ventaja sobre los centrales antes de encarar y superar a Sivera.

Ese acelerado inicio, que no convenía para nada a los intereses babazorros, dio paso a una fase de inocuo control vallecano. Los de Iñigo Pérez volvieron a hacerse con la posesión, pero sin colmillo, lo que facilitó la labor de contención local, sin grandes agobios para la meta albiazul.

Así transcurrieron los minutos, tampoco los cambios ayudaron a un giro de dinámica, hasta que llegó el último minuto del descuento y lo que pudo ser un serio disgusto. Isi ganó de cabeza en el segundo palo un centro desde la izquierda, interceptado su remate picado por la gran estirada de Sivera, cuyo rechazo lo mandó al travesaño Falcao, todo un examen para los corazones de Mendizorrotza.