Anoeta bota para acompañar a su equipo a otra final

Cinco años después de disputarla por primera vez y hacerse con el trofeo, la Real volverá a disputar la final de Copa el 18 de mayo. Tras el empate en la ida, las donostiarras superaron al Atlético, vigente campeón, con el apoyo de los más de 15.000 aficionados que se reunieron por la tarde en el Reale Arena.

Botó Anoeta y el retumbar debía oirse a kilómetros. Ni txupines ni radio ni internet hicieron falta para saber que la familia txuri-urdin tiene plan para el 18 de mayo. Por segunda vez en su historia, la Real disputará la final de Copa.

Tras el empate de la ida, las donostiarras superaron al Atlético de Madrid, vigente campeón y el rival que superaron, contra todo pronóstico, en aquella inolvidable noche de Granada. También ahora partía como favorito pero el partido de Alcalá confirmó que no había apuesta segura en esta eliminatoria y el de Anoeta dio la razón a los blanquiazules más optimistas. Hoy se conocerá al otro finalista, Athletic o Barcelona, aunque es más que evidente que la Real se enfrentará a las catalanas, en un partido, y en este caso hay unanimidad, con la balanza claramente inclinada.

Pero esa será otra historia y, hasta que llegue, hay tiempo de prepararla y disfrutar. La afición realista lo hizo ya ayer desde antes que arrancara el partido. Las jugadoras tuvieron que esperar a que acabara porque, tal y como cabía esperar, fue y disputado, por mucho que la Real se adelantara pronto y llegara a contar con dos goles de ventaja, aunque no fuera por mucho tiempo.

Con dos cambios por bando respecto a la ida, el Atlético entró algo más chisposo al partido. Pero el equipo txuri-urdin se mostró inexpugnable durante toda la tarde, casi sin excepción, lo que condenó a su rival a que sus intentos se limitaran casi en exclusiva a los remates desde fuera del área. Además, en cuanto se acomodaron, las donostiarras buscaron a Lola Gallardo. Y la encontraron de inmediato. Vanegas envió largo, Amaiur centró, Jensen no llegó y Franssi recogió para recortar a Menayo y marcar.

Apretaron las colchoneras de ahí al descanso y con menos resultados a la vuelta de vestuarios. Y además volvieron a chocar con un rival eficaz. Amaiur Sarriegi bajó otro balón largo para que Jensen superara a Cinta y resolviera ante Lola Gallardo. En un abrir y cerrar de ojos llegó el tanto de Sheila, que tensionó la recta final. Pero la ofensiva rojiblanca tuvo más empuje que fútbol, que la Real le impidió desarrollar. Las locales, de hecho, estuvieron más cerca del gol en la recta final, con una ocasión clara de Franssi y un chutazo de Jensen al larguero.