MOSCÚ

Putin llama a votar en unos comicios sin oposición y con «rivales» a medida

Con un incontestable apoyo popular, el presidente ruso, Vladimir Putin, afronta estos tres días unos comicios que le mantendrán en el poder al menos hasta 2030. Más con sus opositores muertos (Navalni), presos o incapacitados (Nadezhdin) y unos «rivales», comunista, ultraderechista y «liberal», de acompañamiento hacia su victoria.

Preparativos en un colegio electoral de Moscú.
Preparativos en un colegio electoral de Moscú. (Alexander NEMENOV | AFP)

GARA

Con un programa centrado en el estado de guerra inevitable e imputable a Occidente y los programas sociales como reclamo, el presidente ruso, Vladimir Putin, espera salir reelegido el domingo con un apoyo récord del 75-80% de los votos, algo a todas luces viable, según las encuestas.

Putin, que llegó al poder el 31 de diciembre de 1999, lo tiene todo atado y bien atado para seguir en el Kremlin otros seis años. En caso de ser reelegido, estará al frente del país durante 30 años, emulando al autócrata soviético Iósif Stalin (1922-53).

Para ello, en plena pandemia, reformó la Constitución que le impedía postular su candidatura. Putin, de 71 años, puede presentarse a la reelección dos veces más, este domingo y en 2030.

Además de reforzar su imagen de comandante supremo, ha instado a acelerar la producción de la industria militar, donde trabajan hasta 3,5 millones de personas y que produce casi tres veces más de municiones de artillería que EEUU y la UE juntos.

Putin ha hecho de la victoria en la guerra contra Ucrania el eje de su campaña. La ofensiva rusa de octubre, tras el fiasco de la contraofensiva ucraniana, tiene como objetivo primero el control de todo el territorio de las cuatro regiones ucranianas anexionadas (Donetsk y Lugansk, en el Donbass, Zaporiyia y Jerson).

Estrategia no exenta de riesgos, ya que, aunque una mayoría de rusos sigue apoyando la campaña militar, más de la mitad preferirían que cesaran los combates y solo una minoría está dispuesta a combatir hasta el final.

La anodina campaña se ha visto empañada por las muestras de repulsa contra el Kremlin durante los funerales del opositor Alexei Navalni, muerto en una prisión en el Ártico, a donde fue alejado en diciembre por hacer campaña llamando a votar a cualquiera de los otros candidatos.

SIN RIVALES

Con la prohibición de la candidatura de Boris Nadezhdin, un liberal y en su día miembro del partido de Putin que pretendía tomar el testigo de Navalni y abogaba por un alto el fuego en Ucrania, el inquilino del Kremlin no tiene rival alguno.

No lo es ni el candidato comunista, Nikolai Jaritonov, quien en 2004 consiguió el hasta entonces peor resultado del PCFR en unas presidenciales (13,7%).

Jaritonov compite en militarismo con el ultraderechista y panruso Leonid Slutski, quien ha sustituido al frente del PLD a su fundador, Vladimir Zhirinovski, fallecido en abril de 2022 por coronavirus.

El tercero en «discordia» es el empresario Vladislav Davankov, líder de un partido liberal, Gente Nueva, que, según la oposición extraparlamentaria, surgió con la venia del Kremlin. Algunas encuestas le dan hasta la segunda posición en los comicios, lo que sería la fagocitación total del PCFR por parte del Kremlin.



Macron: «Estamos preparados para que Rusia nunca gane»

El presidente francés, Emmanuel Macron, aseguró ayer que «si la situación se deteriora» en Ucrania «estaremos preparados para tomar las decisiones necesarias para que Rusia nunca gane», incluyendo el envío de tropas, aunque matizó que «jamás llevará la iniciativa» de un enfrentamiento directo con Moscú. «Ante la escalada» de Rusia, sostuvo, «debemos decir que estamos preparados para responder», afirmó en una entrevista televisada. «Si decidimos ser débiles frente a alguien como Putin que no tiene límites, si le decimos de forma ingenua que no superaremos este o ese límite, no sería buscar la paz, seria asumir la derrota», afirmó. Macron recalcó que el retorno de la guerra a Europa Occidental «no es una ficción, no está lejos» e insistió en que «la paz no es la capitulación ni la amputación de Ucrania». «Tenemos un objetivo: Rusia no puede ni debe ganar la guerra», subrayó. GARA