Miles de personas se manifestaron ayer Bilbo, Gasteiz y Donostia para reclamar «una sanidad pública que garantice un sistema de cuidados público, digno y de calidad» frente al proceso de «desmantelamiento y privatización» que vive Osakidetza, «en aumento» y «con nefastas consecuencias para la salud de la población», según subrayaron.

Las protestas, con pancartas firmadas por distintos municipios, responsabilizaron de la situación al Ejecutivo de Lakua, de PNV y PSE, de acuerdo a una «planificación» iniciada con la Ley 15/97, «que permitió la entrada de entidades privadas en la asistencia sanitaria».

Convocadas por la coordinadora de plataformas ciudadanas OPA, que agrupa a más de un centenar de asociaciones que trabajan en distintos ámbitos, con el respaldo de todo el arco sindical, las movilizaciones, dejaron sentado que no son creíbles promesas a puertas de unos comicios. Consideraron «cínico, que quienes han estado gobernando las instituciones y Osakidetza durante décadas» respalden las políticas actuales y a la vez anuncien que su «prioridad» será dar solución a estos problemas tras las elecciones.

«No podemos creer a aquellos que desde el Gobierno Vasco han provocado esta situación», a «quienes cierran centros o recortan horarios» destacaron en el comunicado leído al final de la moviliza- ción de Bilbo, ante el Arriaga.

Las consignas a lo largo de las marchas, que contaron con una destacada participación del movimiento pensionista, subrayaron la defensa de los servicios públicos frente a la privatización, y se fijaron tambien en los anuncios de inversiones millonarias, y el hecho de que afecten a «nuevos edificios e instrumental médico, mientras falta personal en los centros sanitarios».

EL 25% DEL PRESUPUESTO

Las protestas, a mediodía en Bilbo y Gasteiz, y por la tarde en Donostia, dejaron varias demandas sobre la mesa, pero pusieron el foco especialmente en la atención más cercana a la ciudadanía. Así, incidieron en la necesidad de refundar la atención primaria, para convertirla en «piedra angular del sistema sanitario, con perspectiva comunitaria y de género». A tal fin pidieron que se destine, al menos, el 25% del presupuesto sanitario, como recomienda la Organización Mundial de la Salud.

Destacaron, asimismo, la importancia de recuperar la atención presencial y el tiempo de dedicación a cada paciente, además de una ampliación de los servicios en respuesta a las necesidades actaules en materia de «salud mental, laboral, comunitaria, preventiva, bucodental, en fisioterapia, geriatría, etc».

En las movilizaciones en defensa de la sanidad públicaparticiparon agentes sociales muy conocidos, como el centro asesor de las mujeres Argitan de Barakaldo, y recordaron que, en lo que a la atención médica de las mujeres se refiere, esta dinámica empezó hace décadas y ha sido una reivindicación constante de colectivos feministas y de mujeres de Ezkerraldea y Meatzaldea.

Mireia Saiz, de Argitan, recordó en declaraciones a GARA que la deriva de la atención médica a las mujeres a lo largo de los últimos años es «ejemplo ilustrativo» de lo que está ocurriendo a nivel general en Osakidetza. Apuntó a modo de ejemplo el hecho de que el 95% de las interrupciones del embarazo en la CAV se realicen en clínicas privadas, sin que medie cuestión de objeción, «cuando hacerlo en hospitales públicos es un derecho y así lo recoge la legislación». «Es hacer un nicho de negocio de un derecho», sentenció.