En ciertos ámbitos, los millones de euros o de dólares se manejan con una ligereza asombrosa. Los beneficios de la banca siempre se cuentan por miles de millones y, sin embargo, los trabajadores se sienten discriminados y están de huelga para reclamar mejoras salariales. Ha hecho en los últimos años unos recortes de plantilla espectaculares. A los clientes nos han empujado a lo digital y a horarios restringidos de atención al público en una sucursales convertidas en oficinas de diseño para la venta de seguros.

Fuera de bancos, traficantes de personas, armas o narcóticos, solo quedan manejando miles de millones los políticos con poder en boletines oficiales y el mundo del fútbol. Los mejor pagados son futbolistas, los que dan el espectáculo, pero para que ellos brillen existen demasiados intermediarios, instituciones superpuesta, televisiones, anunciantes y otros subsidiarios ejecutores, por lo que no es de extrañar que de manera cíclica se produzcan crisis estructurales, rescates de clubes y se descubra corrupción a raudales.

El famosos macarra del piquito, está siendo investigado por asuntos económicos turbios. Ahora ese equipo de súper héroes con charol, la UCO, está buscando papeles para ver qué ha pasado con los millones que paga Arabia Saudí para que se celebre allí la Supercopa de España, una de esas paradojas del mercado. Y como culminación al desgaste general, un violador condenado a más de cuatro años, un futbolista de elite, que sale de prisión pagando un millón de euros. Cuesta explicar la situación, duele pensar en la víctima, hiela la respiración la injusticia.