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La relatora de la ONU constata el genocidio y pide sanciones a Israel

La relatora de la ONU para los Territorios Palestinos, Francesca Albanese, culpó a la comunidad internacional de permitir con su inacción los actos de genocidio que Israel está cometiendo en Gaza -parte de su plan para «librarse de los palestinos»- constatados en el informe «Anatomía de un Genocidio», que presentó al Consejo de Derechos Humanos. Por ello, reclamó un embargo de armas y sanciones a Israel.

Una familia palestina camina entre los edificios destruidos de la ciudad de Gaza.
Una familia palestina camina entre los edificios destruidos de la ciudad de Gaza. (AFP)

«La comunidad internacional no puede seguir ignorando el proyecto de Israel, que es el de librarse de Palestina y los palestinos en desafío a la ley internacional», subrayó la relatora de la ONU para los Territorios Palestinos, Francesca Albanese, en su presentación del informe «sobre lo peor que la humanidad es capaz de hacer».

«Al no exigir a Israel que rinda cuentas, el mundo ha permitido que el genocidio se extienda por Gaza», insistió. Por ello, urgió a la comunidad internacional a que imponga un embargo de armas y sanciones a Israel.

Bajo el título “Anatomía de un genocidio”, el informe de Albanese constata que hay evidencias razonables para concluir que Israel está cometiendo al menos tres actos genocidas definidos en la convención internacional de 1948: «asesinato de miembros del grupo»; «daño grave a la integridad física o mental de miembros del grupo»; y «sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia calculadas para provocar su destrucción física total o parcial».

Además, subraya que los actos genocidas fueron precedidos por «declaraciones de intención genocida por parte de altos funcionarios militares y gubernamentales».

«De manera más amplia, las acciones de Israel están impulsadas por una lógica genocida esencial para su proyecto colonial en Palestina», subraya el informe, que recuerda las prácticas de limpieza étnica en el periodo 1947-1949 y en 1967.

Lamentó que en lugar de evitarlo y castigarlo, «inexplicablemente, una minoría de poderosos Estados miembros de la ONU han brindado ayuda militar, económica y política para estas atrocidades».

De hecho, Israel dejó claro que va a incumplir la resolución que el lunes pidió un alto el fuego en el Consejo de Seguridad de la ONU y que ha costado cinco meses aprobar. A la vez, EEUU respaldó ese incumplimiento asegurando que no era vinculante.

Albanese también se refirió al bloqueo de cualquier tipo de ayuda humanitaria en Gaza, lo que coincidió con la denuncia que ayer reiteró Unicef de que Israel «está obstruyendo la ayuda para salvar vidas» y ha batido «los récords de la humanidad en sus capítulos más oscuros». «Desde niñas a adolescentes que esperan que las maten, hasta que te cuenten que un niño es el último superviviente de toda su familia. Este horror ya no es excepcional aquí», denunció el portavoz de Unicef, James Elder, tras una visita oficial a Gaza.



La «ayuda aérea» mata a otros 18 palestinos

Al menos 18 palestinos murieron en el norte de la Franja de Gaza cuando decenas de personas hambrientas entraron al mar para recoger los paquetes de ayuda humanitaria lanzados desde el aire. Doce murieron ahogados y seis asfixiados por la estampida. «El envío de ayuda por aire se ha convertido en un peligro real para la vida de los ciudadanos hambrientos», denunció el Gobierno gazatí. El 4 de marzo, cinco civiles murieron y varios más resultaron heridos por el impacto de los palés de ayuda humanitaria tras no abrirse los paracaídas en ciudad de Gaza.

Las autoridades palestinas piden poner fin a este tipo de operaciones «inútiles, ofensivas e inapropiadas» y a Israel, que abra de manera inmediata todos los de pasos terrestres para paliar la hambruna. No obstante, EEUU, a la vez que protege el bloqueo israelí, insistió en que seguirá llevando a cabo estas intervenciones.

Entre el 1 y el 22 de marzo se denegó una cuarta parte de las 40 misiones de ayuda humanitaria al norte de Gaza e Israel ha vetado ahora las misiones de la Unrwa, que entregaba la mitad de los alimentos que iban al norte. «Las privaciones y la desesperación forzada hacen que la desesperanza invada a la población, según denunció el portavoz de Unicef, James Elder, que relató que adolescentes gazatíes «están tan desesperados porque termine su pesadilla que esperan que los maten». Elder halló Rafah irreconocible por el hacinamiento y la insalubridad y Jan Yunis, porque «apenas existe ya. En mis 20 años con Naciones Unidas nunca había visto tal devastación».

Recordó que cientos de camiones con asistencia vital esperan en la frontera, «a diez minutos de quienes se enfrentan a la hambruna».GARA