Bulgaria y Rumanía entran en el espacio aéreo y marítimo Schengen, aunque Austria bloquea la circulación por tierra
Desde la medianoche del domingo, Bulgaria y Rumanía forman parte de manera oficial del espacio aéreo y marítimo de la zona de libre circulación europea Schengen, si bien la entrada por tierra todavía no es posible, debido al veto de Austria.
Paradójicamente, el primer avión con viajeros que entró sin control de pasaportes en Rumanía provenía de Austria, el territorio que más se ha opuesto a la integración de estos dos países en la zona Schengen, contrario a responder ante un eventual incremento de solicitantes de asilo.
El primer ministro búlgaro en funciones, Nikolay Denkov, acudió a las 10.30 horas al aeropuerto de la capital, Sofía, para dar la bienvenida a un grupo de pasajeros de un vuelo procedente de Berlín.
«Schengen no es una valla a lo largo de la frontera. Schengen es confiar en que podemos proteger las fronteras de la UE, pero también confiar en que Bulgaria ha emprendido el camino europeo, respetará el Estado de derecho y castigará a las personas que infrinjan la ley», manifestó Denkov en la ceremonia.
Por su parte, la ministra de Exteriores rumana, Luminita Odobescu, celebró que «la fecha de hoy representa un momento importante en la trayectoria de Rumanía como Estado miembro de la UE».
BENEFICIO PARA MILLONES
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, acogió con «satisfacción el levantamiento de los controles en las fronteras aéreas y marítimas interiores», en una incorporación parcial que beneficiará a «millones de ciudadanos de la UE en toda Europa».
En diciembre de 2022, última vez en que se intentó un acuerdo entre los Veintisiete sobre este asunto, el veto de Austria y Países Bajos frustró la entrada de Bulgaria y Rumanía en el espacio Schengen, algo que la Comisión Europea reclamaba desde hace una década porque defendía que cumplían todos los criterios previstos para la adhesión.