Pablo RUIZ DE ARETXABALETA

Dos ceses y algunos camiones para contentar a Biden y seguir la matanza

Joe Biden parecía darse por satisfecho conr los ceses en el Ejército israelí y la apertura de varios pasos para la ayuda hacia Gaza anunciados por Israel, después de que instara a su aliado Benjamin Netanyahu a adoptar medidas. EEUU le reclamó también volver a la mesa de negociaciones, mientras el hambre y los muertos siguen aumentando.

Un palestino lleva agua en un campamento de desplazados en Rafah.
Un palestino lleva agua en un campamento de desplazados en Rafah. (Mohamed ABED | AFP)

«Les pedí que hicieran lo que están haciendo». El presidente de EEUU, Joe Biden, parecía darse por satisfecho con los pasos dados por Israel después de que planteara por primera vez la posibilidad de condicionar la ayuda estadounidense a su aliado a medidas «tangibles» ante la catástrofe humanitaria en Gaza.

El gabinete de seguridad de Israel autorizó la entrega «temporal» de ayuda a través del puerto israelí de Ashdod, a unos 40 kilómetros al norte de la Franja de Gaza, y a través del paso fronterizo de Erez, así como «el aumento de la ayuda jordana a través del puesto fronterizo de Kerem Shalom».

Además, el Ejército destituyó a dos comandantes por su responsabilidad en el ataque contra un convoy de World Central Kitchen (WCK), el pasado lunes en el centro de la Franja de Gaza, un suceso que sigue atribuyendo a una cadena de «graves errores» según su propia investigación.

Se trata del comandante de apoyo de fuego de la brigada, un oficial con rango de mayor; y al jefe de la brigada, un coronel en la reserva; además de amonestar a los comandantes tanto de la brigada como de la 162.ª división, que opera en el centro de la Franja. También «reprenderá formalmente» al jefe del Comando Sur que coordina la ofensiva en la Franja, por «su responsabilidad general en el incidente».

Con estas medidas el Gobierno israelí trató de contentar a Biden, presionado en EEUU en plena campaña electoral por su apoyo incondicional a Israel. El presidente estadounidense habló el jueves con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, a quien le enfatizó que «los ataques contra trabajadores humanitarios y la situación humanitaria en la Franja de Gaza son inaceptables» y advirtió de «cambios» en su política de apoyo a Israel si no adoptaba medidas.

El secretario de Estado, Antony Blinken, también consideró que esas medidas son «pasos en la buena dirección», aunque pidió «resultados» en los próximos días.

Igualmente el portavoz de la Casa Blanca, John Kirby, dio la bienvenida a «todos los pasos que se han dado. «Lo que también queda es volver a la mesa de negociaciones en El Cairo para lograr un acuerdo que permita la liberación de los rehenes», añadió.

La respuesta de Biden llega como reacción a la muerte de siete empleados de la ONG estadounidense WCK, dirigida por su amigo el chef José Andrés, después de que Israel haya matado ya a unas 40.000 personas en la Franja, la mayoría mujeres y niños.

Blinken declaró que Washington esperaba «resultados» tras estos compromisos, También la UE y Alemania pidieron que haga efectivo este compromiso «rápida y totalmente», considerando que «no tiene más excusas».

Pero ni EEUU ni el resto de aliados de Israel han tomado medidas efectivas contra Israel para evitar que cada día siga matando a decenas de personas. Está por ver si la muerte de varios occidentales supone un punto de inflexión en este apoyo y si Israel llega a frenar la ofensiva terrestre sobre Rafah, que puede tener consecuencias catastróficas sobre millón y medio de personas que se hacinan en esta ciudad, después de que Netanyahu afirmara que ninguna presión, ni la de EEUU, la detendría.

Biden, a su vez, debe decidir si la entrada de ayuda permitida por Israel es suficiente para sortear la presión interna y no variar su política.

«LAS FDI NO PUEDEN INVESTIGAR SU PROPIO FRACASO»

De momento, EEUU está cotejando la investigación llevada a cabo por el propio Ejército israelí contra WCK y que establece que el Ejército identificó de forma errónea los vehículos de la organización considerando que «tenían agentes de Hamas en su interior».

WCK exigió «la creación de una comisión independiente para investigar los asesinatos de nuestros colegas. Las Fuerzas de Defensa de Israel no pueden investigar de manera creíble su propio fracaso en Gaza».

Recordó que el convoy iba claramente identificado con el logo de WCK, pese a lo que recibió tres misiles disparados por un dron de forma consecutiva. El primero alcanzó al auto que lideraba el convoy y los supervivientes corrieron a refugiarse al siguiente vehículo, que también fue atacado por otro misil segundos después y, cuando un tercer vehículo se acercó a socorrerlos, recibió otro impacto.

José Andrés acusó a Israel de atacar el convoy «sistemáticamente, vehículo tras vehículo», cuando el desplazamiento se había coordinado previamente con el Ejército.

Pero ayer el embajador de Israel en el Consejo de Seguridad de la ONU no solo exculpó a su Ejército reiterando que se trató de «un error», sino que llegó a culpar a Hamas. Afirmó que las fuerzas israelíes «nunca atacan a civiles deliberadamente (más de 40.000 muertos), ni menos a trabajadores humanitarios (han matado ya a más de 200), y culpó al «modus operandi de Hamas, que explota la infraestructura civil y sus vehículos».

Según declaró a Al Jazeera Omar Ashour, profesor de estudios militares y de seguridad en el Instituto de Estudios de Posgrado de Doha, los ataques como el de WCK son fruto de una deliberada decisión de dejar fuera de control las acciones de los soldados sin reparar en el daño a civiles.

A su juicio, desde 1948 el Ejército israelí deja en manos de oficiales de bajo rango la toma de decisiones rápidas sin pasar por los de mayor graduación ni por protocolos, lo que se traduce en atrocidades cometidas además con la seguridad de la impunidad. «Curiosamente, tomaron esto de la Wehrmacht, en la II Guerra Mundial», afirmó.

Así, y mientras Biden espera las «medidas» que ha pedido a Netanyahu, el Ejército israelí ayer siguió llevando a cabo ataques aéreos y fuego de artillería sobre toda la Franja de Gaza, en particular en Rafah y en Jan Yunis, una ciudad totalmente arrasada y donde los combates no cesan hace cuatro meses. Como resultado, al menos 56 cadáveres fueron transportados a hospitales, la mayoría de ellos niños, mujeres y ancianos.



Alemania, Argentina y EEUU, contra la condena a Israel

El Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas aprobó una resolución que condena «la práctica de hacer padecer hambre a la población civil como método de guerra en Gaza», pese a los votos en contra de países como Alemania, Argentina o EEUU, además de Bulgaria, Malawi y Paraguay, porque no incluia condenas expresas contra Hamas. La resolución fue aprobada con 28 votos a favor y 13 abstenciones. El texto también expresa «gran preocupación» por declaraciones de autoridades israelíes que «equivalen a incitación al genocidio», y exhorta a la comunidad internacional a poner fin a la venta de armas a Israel para evitar nuevas violaciones al derecho internacional. Pide a Israel que ponga fin a la ocupación, al bloqueo y a «todas las formas de castigo colectivo». Además de un alto el fuego, urge a un inmediato acceso a Gaza de la ayuda humanitaria. GARA



Israel y Hizbulah, a la espera de la reacción iraní

El jefe de la Guardia Revolucionaria de Irán, Hossein Salami, advirtió de que ningún acto contra la república islámica quedará sin respuesta, tras el ataque israelí contra el Consulado iraní en Damasco que mató al menos a 13 personas. «Nuestros valientes hombres castigarán al régimen sionista», aseguró Salami, en un discurso con motivo del Día de Al Quds, en solidaridad con el pueblo palestino. Coincidió en Teherán con el funeral de los siete guardias revolucionarios, entre ellos dos generales, muertos en ese ataque. Cientos de miles de personas marcharon en la capital persa y en otras ciudades del país con los habituales eslóganes de «Muerte a Estados Unidos» y «Muerte a Israel».

El ataque supone el peor golpe al cuerpo militar iraní tras la muerte de Qasem Soleimani por EEUU en 2020 en Irak. Irán se encuentra en el dilema de responder con fuerza a un golpe de esta envergadura o de la contención mostrada hasta ahora limitando sus acciones y las de los aliados del Eje de Resistencia.

Algunos diputados han pedido atacar embajadas israelíes mientras el Ejército israelí decretó la «alerta máxima» y afirma estar listo para «una variedad de escenarios». «Sabremos cómo defendernos y actuaremos en consecuencia al simple principio de quien nos haga daño, le haremos daño», afirmó Benjamín Netanyahu.

Otra opción para Teherán es actuar de forma indirecta. El líder Hizbulah. Hasan Nasrala, consideró que el ataque de Damasco un «punto de inflexión» en relación a los últimos seis meses. Hay un antes y un después. «Se viene una respuesta y estamos a la espera», aseguró Nasrala, que estimó que con esta acción Oriente Medio ha entrado «en una nueva fase» y avisó de que todo el mundo debe «prepararse para todos los escenarios», advirtiendo de que Hizbulah todavía no está empleando toda su fuerza en el campo de batalla.GARA