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Sánchez pasa de puntillas al dar su apoyo a andueza

El líder del PSOE, Pedro Sánchez, intervino este sábado en Gasteiz para arropar a Eneko Andueza en el arranque de campaña. El presidente del Gobierno español no entró en posibles pactos y esquivó cualquier crítica hacia PNV o EH Bildu. El candidato al lehendakari, por su parte, se vendió a sí mismo como el «dique de contención» del independentismo.

Sánchez y Andueza, en su arranque de campaña. (Endika PORTILLO I FOKU)

Pedro Sánchez llegó ayer a Gasteiz para impulsar la candidatura de Eneko Andueza, pero lo cierto es que llegó como pisando huevos. El presidente del Gobierno español sostiene su escuálida mayoría en el Congreso en el apoyo simultáneo de PNV y EH Bildu, así que se cuidó muy mucho de no enfadar a nadie. No hizo guiños a la política de la CAV y tampoco se esforzó en hablar en euskara. Se esmeró más en desear suerte al Athletic.

Sánchez fue un respaldo de cuerpo presente. Poco más. El discurso en Gasteiz le hubiera valido igual para Cáceres, ya que se centró en criticar a Núñez Feijóo y a Isabel Díaz Ayuso. Hubo más alusiones a la política madrileña (que entre bodas y parejas defraudadoras cada vez se parece más a un culebrón) que referencias a proyectos que quieran desarrollar -o traer desde Moncloa- para Araba, Gipuzkoa o Bizkaia.

Aunque aseguró haber venido en calidad de secretario general del PSOE, optó por un discurso más de estadista. Sánchez empezó recordando que acababa de llegar de Oriente Próximo y se pronunció con dureza contra Israel por incumplir las resoluciones de la ONU, mostrándose favorable a la solución de los dos estados, tal y como propugnan las Naciones Unidas. Devolviéndole, de esta manera, un dardo a José María Aznar, quien hizo unas declaraciones justo en sentido contrario esta misma semana.

«Cómo de importante es hoy en el mundo enarbolar la bandera de la paz. No hay ningún cooperante que merezca morir. España va a apoyar el reconocimiento de Palestina como un Estado de pleno derecho», manifestó Sánchez.

Metido en ese papel presidencial, el líder del PSOE no marcó el camino a su partido en la CAV. No le dijo a Eneko Andueza haz esto o aquello, ni le impuso vetos a pactos.

Sánchez se limitó a pedir a aquellos que votaron PSOE en las últimas generales (donde resultaron los más votados) que vuelvan a confiar en ellos, tratando de consolidar ese trasvase de votos que las encuestas apuntan como oportunista, dado que prevén que ahora irán a los dos más fuertes: PNV y EH Bildu.

Por no decir, ni siquiera ha llegado a citar a ETA o a mencionar las siglas EH Bildu o PNV. Sánchez vino al Palacio Europa de Gasteiz a vender buena gestión, resultados económicos y datos de filiación a la Seguridad Social.

Su adversario político, según clarificó, es «la derecha que cada vez se parece más a la ultraderecha». Y como en la CAV el voto hacia PP y Vox resulta residual en comparación con otras partes del Estado, el discurso del presidente sonó ciertamente alejado.

A partir de ahí, Sánchez se limitó a hacer bromas sobre la final y el Athletic, aprovechando que Patxi López apareció en el mitin con la bufanda.

ANDUEZA: «ESTAMOS QUE LO PETAMOS»

A diferencia de Sánchez, el candidato a lehendakari por el PSE, Eneko Andueza, sí se despachó a gusto contra sus principales rivales. El tema central de su discurso era despejar su política de pactos, avanzando que será la de siempre.

«Que no vamos a gobernar con Bildu. No me voy a cansar de responder: que no, que no, que no». Esa fue su frase estrella, la que quería que destacaran los medios.

Andueza utilizó el euskara de forma muy accesoria, un puñado de frases que son suficientes para el Gaur Egun y para alimentar a medios nativos en euskara, ni una más.

El candidato sostuvo que su partido sale «a ganar» y defendió que es posible que su partido sea el más votado, como sucedió en las generales, porque «están que lo petan» y todos «les miran de reojo». Sin embargo, no se esmeró gran cosa en presentarse él mismo como el próximo lehendakari.

Se trata de un mensaje coincidente con el lema de campaña “Vota al que decide”, que viste bastente bien, pero que, si se analiza, en el fondo queda un peldaño por debajo de votar al que va a gobernar.

Andueza se vendió como el «dique de contención» para que la CAV no se embarque «en otro procés», pero a la vasca. El suyo, aseveró, es «el partido de la estabilidad».

AROA JILETE, LA NUEVA GENERACIÓN

La candidata por Araba, Aroa Jilete (31 años), se reivindicó hija de extremeños y como la primera generación del PSE que hace política sin escolta, agradeciendo esto a Patxi López y Rodolfo Ares.

«Respetamos a los nacionalistas y convivimos con ellos, pero les queremos granar», manifestó.

En línea con su jefe de filas, la candidata por Araba destacó que su partido va a frenar «ensoñaciones independentistas que tensionen la convivencia».

Por lo demás, Jilete aseguró que Andueza es un líder «noble y entusiasta» y lo calificó como «un obrero de la política».

En cuanto al ambiente general del mitin, se apreció que los socialistas se sienten cómodos, que se saben dentro del próximo gobierno. Había más tranquilidad que nervios... y escaso entusiasmo. A destacar, una nutrida presencia del PSN, encabezada por María Chivite, que forzó que consejeros acabaran en lo alto de la grada.