KOLDO LANDALUZE
DONOSTIA

Y Coppola vio cumplido su gran sueño, «Megalópolis»

Francis Ford Coppola no pudo contener sus lágrimas cuando, hace unos días, un muy selecto público integrado por diferentes personalidades relacionadas con el cine ovacionó la obra que habían presenciado en una proyección privada: “Megalópolis”. Se trata del monumental sueño lárgamente acariciado por el renombrado autor de obras maestras como “El padrino”.

Imagen del estudio en el que trabajaron los responsables de efectos digitales.
Imagen del estudio en el que trabajaron los responsables de efectos digitales. (GARA)

El pasado 28 de marzo, el Universal City Walk IMAX de Los Ángeles acogía una proyección muy selecta y secreta que congregó a cerca de 300 personalidades del cine de la talla de Al Pacino, Nicolas Cage, Anjelica Huston, Andy García o Sean Penn, junto a destacados ejecutivos de la industria del cine. Se trataba del primer pase de “Megalópolis”, la monumental obra fílmica de Francis Ford Coppola.

Los comentarios que circulan sobre el evento destacan que se trata de una película desafiante, repleta de ideas y reflexiones sumamente contemporáneas. La trama sigue a tres personajes principales tras el colapso de una urbe en decadencia: Cesar (interpretado por Adam Driver), un arquitecto ambicioso e idealista; Frank Cicero (Giancarlo Esposito), el alcalde que no comparte su visión; y Julia (Nathalie Emmanuel), la hija del político, atrapada entre ambos hombres. La película también establece un paralelismo entre los desafíos de la urbe ficticia y la antigua civilización romana, como sugiere la sinopsis oficial.

El cineasta Gregory Nava, uno de los asistentes, compartió sus impresiones con IndieWire, describiendo la película como «una obra maestra brillante y visionaria» que lo dejó sumamente impactado. Por otro lado, Mike Fleming, coeditor jefe de Cine en Deadline, detalló que la obra de Coppola está impregnada de ideas que fusionan el pasado con el futuro, creando una fábula épica y visual perfectamente adecuada para la pantalla Imax. El portal Puck aportó otras opiniones que expresaban dudas sobre sus perspectivas comerciales y calificándola de «increíblemente loca».

Este resumen refleja la nueva etapa en la que se encuentra la película de Coppola: dar con un distribuidor interesado que pueda satisfacer las ambiciones del director, quien busca un estreno mundial en salas Imax. Por ese motivo, los representantes de los más importantes estudios también asistieron a dicha función. Finalmente, Barry Hirsch, abogado y productor de la cinta, enfatizó la necesidad de creatividad en el acuerdo, reconociendo que la película es única y diferente a cualquier otra.

UN SUEÑO QUE NACIÓ DE UNA PESADILLA

Durante el infernal rodaje de “Apocalypse Now” en 1979, surgió la idea de “Megalopolis”. A pesar del deseo de filmarla en los años 90, los problemas financieros que atravesaba Coppola lo impidieron. Más tarde, cuando el proyecto cobraba impulso, el 11-S lo hizo inviable para cualquier inversor externo.

Esta ficción, que imagina a Nueva York después de una devastadora catástrofe, permaneció en pausa. Sin embargo, en 2019, Coppola revisó el guion y se dio cuenta de que era el único dispuesto a invertir en ella.

Vendió parte de sus propiedades vitivinícolas para financiar el ambicioso presupuesto y logró reunir un elenco de renombre, incluyendo a Adam Driver, Nathalie Emmanuel, Giancarlo Esposito, Jon Voight, Laurence Fishburne, Aubrey Plaza y Dustin Hoffman.

La plasmación del sueño del autor de obras maestras como “El padrino” comenzó en enero del pasado año, y las noticias relativas a este proyecto megalómano afirmaban que se encontraba sumido en el caos. Según esas informaciones, varios empleados habían abandonado el rodaje y la suma inicial que aportó el propio director (120 millones de dólares) se disparó. El director y el actor Adam Driver tuvieron que salir a la palestra para desmentir estas afirmaciones.

INFLUENCIA ANARQUISTA

Dentro de las inspiraciones que han nutrido este singular proyecto, destacan tres obras del antropólogo estadounidense David Graeber. Reconocido por su colaboración frecuente en publicaciones políticas y su postura anarquista, su vida abarcó múltiples roles, desde profesor y periodista a activista antisistema.

Sus ideas sobre el revisionismo histórico y la apremiante necesidad de reformas políticas impregnan toda su obra. Graeber consideraba el anarquismo como un proyecto moral que desafiaba el “sentido común” de cada época, una noción sobre la cual reflexionó exhaustivamente.

Coppola tuvo presente obras como “En deuda”, una exploración profunda del papel de la deuda en la historia y su impacto en la política, el desarrollo económico y nuestras interacciones sociales. Seguido por “Trabajos de mierda”, una crítica incisiva al panorama laboral actual y la creciente prevalencia de trabajos carentes de significado y propósito.

Y por último, “El amanecer de todo”, un libro póstumo de Graeber que aboga por la recuperación de culturas olvidadas y argumenta que el pasado político nos presenta civilizaciones mucho más descentralizadas de lo que tradicionalmente nos han enseñado los libros de historia.