Agustín GOIKOETXEA
BILBO

Trabajadores de Mecaner instan al PNV a jugar «un papel activo» en su defensa

Trabajadores de Mecaner se plantaron ayer ante Sabin Etxea para instar al PNV a que juegue «un papel activo y decisivo» en el mantenimiento de la actividad en la fábrica de Urduliz tras la determinación de la multinacional Stellantis de cerrarla y despedir a 144 personas. Piden «voluntad política» a Lakua para buscar una solución.

Los trabajadores defendieron ante Sabin Etxea que Mecaner tiene futuro.
Los trabajadores defendieron ante Sabin Etxea que Mecaner tiene futuro. (Monika DEL VALLE | FOKU)

Trabajadores de Mecaner se concentraron ayer ante Sabin Etxea para instar al PNV a que asuma «un papel activo y decisivo» en la defensa de sus empleos y del futuro de la histórica troquelería ubicada en Urduliz. Defienden que la empresa es «viable», pero hace falta «voluntad política» por parte del Ejecutivo de Lakua.

Desde el comité de empresa incidieron en la importancia del papel a jugar por el partido que lidera Andoni Ortuzar al ser los jeltales los responsables de la política industrial que se ha desarrollado en las últimas décadas. Al PNV le demandan medidas para «defender la industria de Euskal Herria y posibilite una transición socialmente justa y sostenible».

En plena campaña electoral al Parlamento de Gasteiz, solicitaron algo más que promesas. «Es el momento de dar pasos con determinación», aseguraron.

Esa petición la realizan después de cuatro reuniones del periodo de consultas, en que los representantes de la multinacional Stellantis han dejado clara su decisión de cerrar la planta, rebatiendo cada una de las propuestas de la parte social. En ese escenario, pendientes del último encuentro con la dirección, previsto para el viernes 26 de abril, la plantilla emplazó a la Viceconsejería de Industria a que propicie una reunión de las tres partes implicadas en el conflicto -Lakua, Stellantis y sindicatos- para buscar una solución.

MERAS PROMESAS DE LAKUA

Hasta el momento, lamentaron, desde el Ejecutivo autonómico se han manifestado a favor de acompañar a los trabajadores en la búsqueda de inversores que puedan estar interesados en el mantenimiento de la actividad en esta fábrica, aunque precisaron que han sido meras promesas. «No han adquirido más compromisos», apostillaron.

Por ello, tal y como recoge la carta que entregaron en la sede del PNV, exigieron a sus responsables políticas industriales que garanticen el futuro de la industria y el empleo en Euskal Herria. Además, les piden que adopten medidas para llevar a cabo una transición social justa y sostenible de la industria y la automoción, y crear comités de transición que lo hagan posible, en sintonía con la propuesta asumida por la representación sindical en Mecaner.

«Lo que está ocurriendo en Mecaner no es una situación aislada, en los últimos años el tejido industrial ha ido desapareciendo, muchas empresas de nuestro entorno han cerrado. Y las grandes empresas de servicios y las cadenas han ocupado sus lugares. Las diferentes instituciones y partidos han hecho posible la desaparición de la industria. Los responsables del desmantelamiento industrial tienen nombres y apellidos», resaltaron.

«La industria que queda, además, no es industria de aquí -advirtieron-, sino que grandes multinacionales se han incorporado a polígonos que antes formaban parte del paisaje de Euskal Herria. Aún manteniendo nombres y letreros, ahora la industria de aquí está en manos de las grandes multinacionales. Más allá si hablamos de automoción».

Expusieron que «la pérdida de la industria de aquí, la dependencia de otros países y el acceso de las multinacionales, ha supuesto una pérdida de soberanía industrial. Ni los ciudadanos ni las instituciones locales decidimos qué, cómo y para qué queremos producir».

«Empresas que no tienen relación con el territorio ni con la gente de aquí, como Stellantis, se van como han venido», denunciaron. Esa destrucción del tejido industrial, alertaron, «nos condena, además, a la destrucción de empleo y a la precariedad a las personas que aquí trabajamos y vivimos».