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JARTUM

Riesgo de agravamiento de la crisis humanitaria en Sudán

Organismos internaciones y ONG han advertido del riesgo de agravamiento de una de las mayores crisis humanitarias provocada por la guerra que está a punto de cumplir un año en Sudán.

El conflicto entre el Ejército y los paramilitares obligó hace un año a miles de personas a huir de un Sudán devastado.
El conflicto entre el Ejército y los paramilitares obligó hace un año a miles de personas a huir de un Sudán devastado. (AFP)

Los riesgos de hambruna son reales en Sudán, advirtió ayer la ONU, que teme que la crisis humanitaria desencadenada por la guerra entre las Fuerzas Armadas Sudanesas (FAS), dirigidas por el Gobierno, y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), que el lunes cumple un año, se extienda a los países vecinos si continúan los combates.

Según la ONU, este conflicto ha segado la vida de cerca de 14.000 personas y ha provocado la mayor ola de desplazados en el mundo con más de ocho millones de personas que se han visto obligadas a huir de sus hogares (más de 2 millones han cruzado la frontera hacia países vecinos), y se calcula que 25 millones -la mitad de la población del país- necesitan ayuda humanitaria.

De cara a la reunión de Gobiernos, organizaciones de ayuda y donantes del lunes en París para discutir formas de mejorar el suministro de ayuda humanitaria, Médicos Sin Fronteras (MSF) hizo un llamamiento urgente para que se amplíe inmediatamente la respuesta humanitaria ya que «millones de personas están en peligro mientras el mundo hace la vista gorda», e instó a la ONU a «mostrar más voluntad». No obstante, admitió que la respuesta internacional supone una gota en el océano por los bloqueos impuestos por las partes enfrentadas y la falta de acción de Naciones Unidas y organizaciones internacionales, por lo que exhortó a la ONU a redoblar sus esfuerzos para negociar un acceso seguro y sin trabas e intensificar la respuesta humanitaria.

«El tiempo se acaba», coincidió el portavoz de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Christian Lindmeier. «Si los combates no cesan y sin un acceso irrestricto a la ayuda humanitaria, la crisis en Sudán empeorará significativamente en los próximos meses y podría tener repercusiones en toda la región», afirmó.

Según la OMS, entre el 70 y el 80% de los centros de salud no funcionan, lo que significa que la disponibilidad de atención sanitaria para la población es «extremadamente limitada», según MSF.

El jefe de la delegación de la Federación de la Cruz Roja (FICR), Farid Abdulkadir, subrayó que se trata de «la mayor crisis humanitaria actual».

UNA POSIBILIDAD REAL

«La posibilidad de una hambruna es muy real» porque «la producción de alimentos en Sudán se ha reducido considerablemente» y los ingresos de los hogares han caído, señaló Thair Shraideh, del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), desde Bruselas. «Si no hacemos nada ahora, la crisis dentro del país crecerá (...) Y creo que las consecuencias de esta crisis traspasarán fronteras muy rápidamente», advirtió. Un estudio del PNUD muestra que la crisis alimentaria se está acelerando. «Se espera una hambruna en Sudán para 2024, particularmente en los estados de Jartum y Al-Jazeera, así como en las regiones de Darfur y Kordofán», dijo Shraideh.

Con la temporada de escasez agrícola a punto de comenzar, el conflicto sudanés también podría convertirse pronto en una de las peores crisis de hambre del planeta, con 18 millones de personas en situación grave y 5 millones que ya están al borde de la hambruna, según la ONU, a un paso de caer en una «inseguridad alimentaria catastrófica», el nivel más alto de la escala de la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria.