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ATHLETIC

El árbitro estropea la celebración en San Mamés y aleja la Champions

Guillermo Cuadra Fernández pitó un penalti por mano en el descuento que dejaba al Athletic sin la victoria que acariciaba con un golazo de Sancet. Jarro de agua fría en San Mamés para una afición y un equipo que celebró el título de Copa y vio que se le escapaban puntos en la lucha por la Champions.

Guillermo Cuadra Fernández pitó dos penaltis en contra del Athletic. (Raul BOGAJO | FOKU)

Después de una semana de euforia y festejos con Gabarra incuida, la afición del Athletic acudió a San Mamés con ganas de volver a aplaudir a los campeones de Copa. Sin embargo, terminó cabreada y protestando por una decisión arbitral que dejó sin victoria a su equipo. Una pelota rechazada golpeaba de rebote en la mano de Yuri y Guillermo Cuadra Fernández decretó penalti tras revisar la acción en el VAR.

Fue la guinda a una desastrosa actuación arbitral que condicionó el choque con sus decisiones. Expulsó a Comesaña por doble amonestación y se sacó de la manga un penalti en el descuento. Sin olvidar el penalti por pisotón de Prados que desaprovechó Gerard o el agarrón a Nico Williams dentro del área que no quiso ver.

Marcelino reconocía que se hubiera «enfadado» si le pitan esa mano en contra y Valverde ironizaba pidiendo «revisar el reglamento». «No lo logró entender», añadía. De Marcos, que ayer cumplió 35 años, y Comesaña coincidieron en señalar que no es penalti porque el balón no iba a portería.

Sancet también se quejó de la decisión del colegiado al acabar el encuentro. Parejo igualaba en el descuento el tanto del navarro y aseguraba que «esta semana nos dijeron en una charla que una mano tras rebote es penalti».

El empate deja al Athletic lejos de los puestos de Champions que ocupan Atlético de Madrid y Girona. Los colchoneros se quedan cuatro puntos por encima y los catalanes cuentan con ocho puntos de ventaja con respecto al equipo bilbaino. «Tenemos que seguir compitiendo hasta el final de temporada», recalcaba Valverde en su valoración.

PASILLO DE HONOR

A pesar de los lamentos y el mal trago final, la afición volvió a arropar a su equipo y la asistencia superó los 50.000 espectadores en las gradas. A su vez, los prolegómenos del partido estuvieron cargados de emotividad. Los capitanes Iker Muniain y Óscar de Marcos saltaron al campo con el trofeo conquistado en La Cartuja y brindaron con la afición.

El Villarreal, con Marcelino a la cabeza, correspondió al equipo bilbaino realizando un pasillo de honor en el que también participaron los campeones de 1984. El equipo dirigido por Clemente ha cedido el testigo al nuevo Athletic txapeldun que coreaba la grada. Las muestras de cariño entre los jugadores con el técnico rival fueron evidentes y también resaltó la complicidad con la plantilla de los ochenta con la que se fotografiaron. Un ejemplo más de lo especial que es el club rojiblanco y la trascendencia que tiene el título conseguido después de 40 años.

Si alguien pensaba que el Athletic iba a plantarse con un equipo de circunstancias por la resaca, Valverde se decantó por el equipo de gala. La titularidad de Vesga en lugar del sancionado Galarreta y el cambio en la portería fueron las únicas modificaciones con respecto a la final de Copa.

EXPULSIÓN Y PENALTI

El Athletic arrancó con ganas y dispuso de la primera ocasión con un tiro lejano de Yuri. Una buena puesta en escena que estuvo cerca de echar por tierra un pisotón ingenuo de Beñat Prados. El VAR sancionó la acción, pero Gerard Moreno disparó al palo.

El Villarreal fue mejor en la primera mitad y dispuso de otra clara ocasión para marcar. En cambio, el Athletic anduvo más fallón en ataque y no consiguió culminar las acciones. La expulsión de Comesaña tras el descanso modificó el panorama y los rojiblancos se hicieron con el control. Otra decisión rigurosa de Cuadra Fernández, el mismo árbitro que echó a la calle a Nico Williams en el Benito Villamarín y se cargó ayer el choque.

Valverde metió a Herrera para intentar mejorar en la circulación del balón y de sus botas nació el precioso gol de Sancet. Puso un centro a Guruzeta que le dejó el balón en bandeja al navarro.

La grada comenzó a corear la canción del «famoso» Athletic Club que ha puesto de moda Muniain en las celebraciones por la Copa. La victoria metía de lleno al equipo en la pugna por la Champions, pero el colegiado impidió sumar los puntos. Un empate que genera «frustración» como admitía Ander Herrera en sala de prensa. El veterano centrocampista también se mostró contrariado por la decisión arbitral e hizo suya la queja de los jugadores al no entender cuando una mano es o no penalti dentro del área.



Marcelino: «Ha sido un título merecido»

Además de las decisiones arbitrales, las celebraciones por la Copa marcaron el partido. Casualidad del «destino», Marcelino visitó por primera vez San Mamés tras su paso por el club rojiblanco y pudo felicitar en persona a los jugadores que dirigió. El asturiano se emocionó en la rueda de prensa tras el encuentro y aseguraba que «estuve aquí año y medio y estos chavales se lo merecían. Sufrieron mucho, sufrimos juntos, disfrutamos otros momentos y por fin lograron eso que tanto ansiaban. Tengo que darles mi enhorabuena y creo que el fútbol ha sido justo». Según destacaba el entrenador del Villarreal, «es imposible pelear más veces durante más finales y semifinales para llegar a una final y ganarla». Con el técnico asturiano ganaron la Supercopa en 2021, pero después perdieron dos finales de Copa consecutivas y otra más de Supercopa al año siguiente. Por ello, recalcaba que «se lo merecen y creo que ha sido un título tan deseado como merecido. Mi enhorabuena para ellos y para esta gran afición. Después de 40 años y jugar tantas finales, al final tenía que llegar». M.A.