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WASHINGTON

Arranca el juicio penal contra Trump, el primero en la historia de EEUU

Donald Trump se convirtió ayer en el primer expresidente de EEUU en sentarse en el banquillo de los acusados en un proceso penal. Se le acusa de falsificación documental, por el pago a la actriz porno Stormy Daniels, con dinero de la campaña de 2016, para comprar su silencio. Es el primero de los cuatro juicios penales a los que se enfrentará Trump en los próximos meses.

Donald Trump asiste a la primera sesión del juicio en Manhattan.
Donald Trump asiste a la primera sesión del juicio en Manhattan. (Angela WEISS | POOL)

Donald Trump se sentará en el banquillo de los acusados durante las próximas semanas para enfrentarse a la acusación de falsificar documentos comerciales para encubrir un pago a la actriz porno conocida como Stormy Daniels. Pagar por el silencio no es ilegal, pero si amañar los registros comerciales de la campaña para que nadie tenga conocimiento del pago.

Aunque pueda parecer que el caso es de menor importancia en comparación a las otras cuatro acusaciones principales a los que, por ahora, se tiene que enfrentar Trump en los próximos meses, como el asalto al Capitolio o el intento de manipular las elecciones de 2020, lo cierto es que este intento de soborno también se puede relacionar con un intento de interferir en las presidenciales de 2016. «Las acusaciones son, en esencia, que Donald Trump falsificó registros comerciales para ocultar un acuerdo con otros para influir ilegalmente en las elecciones presidenciales de 2016», recoge el escrito del juez Juan Manuel Merchan.

A día de hoy, con el resto de los tres juicios pendientes embarrados en diferentes estamentos judiciales, este proceso es el que más posibilidades tiene de que se culmine antes de las elecciones. Así, si el veredicto del jurado fuera que Trump es culpable, el candidato republicano a las elecciones presidenciales de 2024 podría ser un delincuente convicto.

La vista comenzó ayer, después de varios intentos de retrasar su inicio por parte de los abogados de Trump. Un empeño dilatorio que continuará durante probablemente dos semanas, para elegir los doce miembros del jurado. El equipo del expresidente ha preparado una batería de preguntas, del que les han obligado a retirar la cuestión directa sobre la afiliación política. En cualquier caso, Manhattan es un distrito con una aplastante mayoría demócrata, aunque ayer se concentraran tanto partidarios como contrarios a Trump frente a los juzgados.

DOS TESTIGOS PRINCIPALES

El juicio tendrá dos principales testigos. La primera será la propia Stormy Daniels, que ya ha contado más de una vez el calvario al que fue sometida durante años, con veladas amenazas contra su hija recién nacida. El otro testigo es el exabogado del expresidente Michael Cohen, que ya reconoció haber pagado 130.000 dólares y llegó a pasar dos años en la cárcel por mentir a favor de Trump, antes de convertirse en su enemigo acérrimo.

Se calcula que Donald Trump pasará las próximas seis u ocho semanas atendiendo cuatro veces por semana al juicio, hasta finales de mayo o comienzos de junio. Aunque esto afectará evidentemente a su campaña y los actos públicos que pueda organizar, algunos de los estados clave en la contienda electoral, como Pensilvania, quedan relativamente cerca de Nueva York. Asimismo, tendrá libres los miércoles y los fines de semana, sin olvidar que, aunque las sesiones sean a puerta cerrada, cada entrada y salida de Trump es un acto en sí, en el que cualquier cosa que diga recibirá automáticamente una atención enorme.

HISPANO Y RESERVADO

El juez que preside el primer proceso penal contra un expresidente de EEUU es Juan Manuel Merchan, de origen colombiano. Se trata de un jurista de 61 años con una larga carrera, que tiene la fama de ser sereno y no levantar la voz, además de muy reservado. Entre los detalles que se conocen, se sabe que Merchan está registrado como demócrata, aunque anteriormente también se ha declarado republicano.

Hasta ahora no ha permitido las tácticas dilatorias de los abogados de Trump, aunque ayer también rechazó varias solicitudes de la Fiscalía que podrían ir contra el acusado. En las próximas semanas deberá hilar fino para que el juicio cumpla todas las exigencias de imparcialidad sin que la defensa de Trump rompa las estrictas reglas de la sala. Algo que ya ha pasado antes: en enero, Trump abandonó bruscamente la sala durante el alegato de la defensa de la demandante, la escritora E. Jean Carroll.