El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, apeló a los Estados miembros de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) a acompañar la denuncia presentada contra Ecuador ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) por el asalto de la Policía a la Embajada mexicana en Quito para detener al exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas, quien había solicitado asilo político.

Las autoridades mexicanas presentaron la semana pasada una denuncia ante la CIJ en la que pedían varias medidas contra Ecuador, como su expulsión de los organismos de Naciones Unidas. Además, quieren sentar un precedente para crear un procedimiento por si otro Estado actúa como Ecuador. Según López Obrador, de lo contrario será más complicado que los Estados puedan «vivir en un mundo regido por normas y leyes». «Cuando el golpe en Chile se dio asilo a nuestros hermanos chilenos, que estuvieron refugiados en la Embajada de México, y Pinochet no se atrevió a invadir nuestra Embajada, ese temible dictador», recordó el líder mexicano.

El presidente boliviano, Luis Arce, confirmó que Bolivia acompañará a México en su demanda en la CIJ.

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció el cierre de su Embajada y consulados en Ecuador, y Honduras llamó a consultas a su encargada de Negocios en Ecuador, además de respaldar la acción de México ante la CIJ.

«Ecuador e Israel están prácticamente dándose la mano en la competencia por la barbarie», expresó el colombiano Gustavo Petro.

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, exigió a Quito una disculpa pública por el asalto, que juzgó «inaceptable y no afecta solo a México. Nos concierne a todos». «Una acción de esa naturaleza no había ocurrido nunca, ni en los peores momentos de separación y desacuerdo en Latinoamérica y el Caribe. Ni siquiera en los sombríos tiempos de las dictaduras militares en nuestro continente», dijo.

Algunos Estados no participaron, como Uruguay, que alegó que la cumbre ya no funciona apoyada en el consenso.