Canarias: jornada histórica de protesta tras dispararse la vivienda

Bajo el lema «Canarias tiene un límite», se esperan hoy decenas de miles de personas en manifestaciones en las siete islas, en una movilización sin precedentes convocada por organizaciones ecologistas y sin partidos políticos. Los precios de pisos y el exceso de turismo masivo son los detonantes de esta movilización.

Algo está pasando en Canarias. Entre un segmento de sus habitantes se respira un sentimiento de hartazgo y voluntad de rebelarse ante una situación que ven por demás injusta. Y han elegido la jornada de hoy para demostrarlo. Bajo el lema «Canarias tiene un límite», 17 colectivos ecologistas se han articulado para organizar lo que está llamada a ser la mayor manifestación en la historia de las islas: una convocatoria de movilización al mediodía en cada una de las siete, además de Madrid y Barcelona.

Los ejes de la protesta están relacionados con la sostenibilidad de un modelo de desarrollo basado en el turismo masivo, algo que viene desde largo, y que ahora genera una nueva patología: el colapso de la vivienda, agravado también por la llegada cada vez mayor de los llamados nómadas digitales. Este cóctel repercute de manera severa en la desigualdad, cada vez más acuciante.

Para entender este proceso debe tenerse en cuenta que en 2023 el archipiélago batió su récord de turistas, con la llegada de más de 14 millones (en un territorio que, sumado, tiene pocos kilómetros cuadrados más que la CAV). Y, a la vez, el precio del alquiler crece un 68%, el mayor después del Pais Valencià y Madrid, derivado de una reducción de casi un tercio de las viviendas disponibles para vivir (que fugan al mercado turístico), según el portal digital Pisos.com. Por si fuera poco, en la última década el precio medio del metro cuadrado en Canarias ha aumentado un 78%, rozando ahora los 2.470 euros, según el sitio web Fotocasa.com. Todo, en una de las regiones con la media de salarios de las más bajas del Estado.

Lo que vienen denunciando los conservacionistas hace tiempo tiene que ver con el concepto ecologista de «capacidad de carga», que refiere a la cantidad máxima de individuos y estructura que un hábitat puede soportar conforme a sus recursos sin que se produzcan efectos adversos.

CAMINO AL COLAPSO

«Las islas están sufriendo las consecuencias de un desarrollo económico que solo busca aumentar el numero de visitantes y la infraestructura que conlleva. (En Tenerife y Gran Canaria) tenemos la densidad demográfica más alta de España, si fuéramos un país independiente seríamos el octavo con más coches por habitante, y en carreteras por kilómetro cuadrado superamos a cualquier región europea», explica a GARA el geógrafo Eustaquio Villalba, portavoz de la Asociación Tinerfeña de Amigos de la Naturaleza, la organización que puso la semilla inicial de la manifestación convocada para hoy.

Villalba señala varios ejemplos de este desarrollo desorbitado, como por ejemplo, el exceso de desarrollo de puertos, con casos de negligencia como el de Granadilla, «que costó centenares de millones de euros y no ha recibido todavía ningún barco, a pesar que se había advertido en estudios que por los vientos alisios sería un puerto inoperante gran parte del año».

«La isla (Tenerife) colapsa por la llegada masiva de gente, y no hablo de los que llegan en cayuco de Africa, sino de los turistas y de los nuevos residentes. Canarias se convirtió en la Florida de Europa con jubilados europeos que se compran una casa aquí para pasar el invierno, o los nómades digitales que vienen y suben los precios y es imposible conseguir una vivienda digna», añade.

LA SITUACIÓN DIFIERE EN LAS SIETE ISLAS

Las que concentran los mayores problemas son Tenerife y Gran Canaria, en tanto las orientales Fuerteventura y Lanzarote enfrentan un crecimiento exponencial en los últimos años y con nada menos que 15 hoteles declarados ilegales por la Justicia. Las occidentales Hierro, La Palma y La Gomera, registran una menor presión turística porque tienen un turismo de senderismo.

«Creemos que será la ‘mani’ más grande de la historia, por lo menos ya lo es en cuanto a la repercusión. Hay un hartazgo y espero que los políticos tomen nota. Ya vimos que cambiaron su actitud beligerante del comienzo, que nos decía vagos y perroflautas, a admitir que hay que cambiar algo», afirma el portavoz.

De hecho, esta modificación del tono también tiene que ver con hacerse eco de varios hitos, como, por ejemplo, que 400 científicos y profesores de las dos universidades (Las Palmas y La Laguna) han firmado una carta llamando a apoyar la movilización de hoy. O también, por ejemplo, que las Murgas del Carnaval tinerfeño, de mucha raigambre social, han pedido también a la gente que acuda a las concentraciones (que serán en las capitales de cada una de las siete islas).