Ha participado en diferentes flotillas, incluida la de Mavi Marvara de 2010, que resultó con diez muertos, aunque iba en otro buque ¿Por qué cree que es tan importante en esta ocasión?

Conocemos al comité directivo de la Flotilla, hemos estado trabajando juntos durante 15 años para organizar estas flotillas. Tenemos mucha experiencia en esto y hemos pasado por muchos altibajos, sí, y también sabemos los riesgos. Pero es importante que vayamos como representantes de los ciudadanos del mundo a desafiar el genocidio en Gaza.

¿Cual es la implicación de ciudadanos estadounidenses en esta flotilla?

Unos 40 estadounidenses formarán parte de esta flotilla. Antes, hemos hecho todo lo que hemos podido en EEUU: hemos organizado marchas, me he pasado cinco meses en el Congreso persiguiendo a los congresistas, pidiendo que no envíen más dinero a Israel. Y los congresistas dicen: «No me importa cuántos palestinos mueran». Así que, ¿qué podemos hacer? Nos subiremos al barco e intentaremos hacer lo que los gobiernos deberían estar haciendo para detener el bloqueo naval ilegal de Israel y llevar ayuda humanitaria a Gaza. Con los miles de camiones que esperan en Rafah, es increíble que Israel siga controlándolo todo. Cuando todo lo que tiene que hacer EEUU es decir, «Israel, ya está». Y esas puertas se abrirán. Así que, como estadounidenses somos particularmente cómplices si no hacemos algo. Lo mínimo que podemos hacer es subirnos a este barco.

¿Cuál cree que podría ser la reacción del Ejército israelí?

Bueno, ya sabemos lo que pueden hacer. Y de hecho, conocemos a la unidad de comando número 13, la que masacró gente en el hospital Al-Shifa. Esos son los tipos que ejecutaron a la gente en el hospital y los que abortaron todos nuestros barcos. Sacaremos toda la información diciendo que sabemos quiénes son y que deben ser procesados. Así que haremos lo que podamos en alta mar.

¿Cree que el contexto geopolítico complica todavía más la acción?

Bueno, llegaremos a Gaza solo si hay presión internacional, si los ciudadanos del mundo presionan a sus gobiernos. Tienen que presionar a Israel para que no ataque ese barco. Si los israelíes siguen haciendo todo esto que están haciendo, nadie en el mundo les va a querer. Quiero decir, ya odian a Israel. Y eso es un problema. Pero eso no es antisemitismo, es anti-asesinato, porque a nadie le gusta un gobierno genocida. Y si piensan que esto está ayudando a su seguridad nacional mediante la destrucción de toda una zona y el genocidio, están locos. Están cometiendo una limpieza étnica y deben ser detenidos.