Ion SALGADO
GASTEIZ

Foro Nuclear presiona para mantener abiertas las centrales más allá de 2035

El Gobierno español y las eléctricas acordaron en 2019 el cierre ordenado de las centrales nucleares entre los años 2027 y 2035. La patronal, agrupada en Foro Nuclear, insiste «replantear el futuro» de las siete plantas atómicas, «así como las condiciones que garanticen su viabilidad», en clara alusión a la política fiscal.

Imagen de archivo de la central nuclar de Cofrentes, en el País Valencià.
Imagen de archivo de la central nuclar de Cofrentes, en el País Valencià. (IBERDROLA | EP)

La patronal nuclear española, agrupada en Foro Nuclear, insistió el pasado martes en que las centrales son «necesarias para el sistema», y abogó por prolongar la vida útil de unas instalaciones puestas en marcha en los 80. En palabras de su presidente, Ignacio Araluce, hay que «replantear el futuro de nuestras centrales, así como las condiciones que garanticen su viabilidad».

Araluce realizó estas declaraciones en la presentación del informe “Resultados nucleares de 2023 y perspectivas de futuro”, en el que se recogen datos sobre los siete reactores operativos en el Estado español, cuatro de ellos en los Països Catalans. Los más antiguos son los de Almaraz, conectados a la red desde 1983 y 1984. Un año después comenzó a suministrar electricidad Ascó I y en 1986 Ascó II. En 1985 empezó a operar Cofrentes, propiedad de Iberdrola, y marzo del 1988 llegó el turno de Vandellós II. Meses después arrancó el reactor de Trillo.

La producción neta de las siete plantas fue de 54.276,12 gigavatios hora (GWh) en 2023, una cifra que se ha mantenido estable durante la última década, al igual que la producción bruta, que fue de 56.872,58 GWh. Este último dato supone el 20,34% de la electricidad consumida en el Estado español, porcentaje superado por la energía eólica, que representa el 23,46%. Y puede que en los próximos años la energía nuclear siga perdiendo peso, ya que en un margen de siete años finalizan todas las autorizaciones de explotación. El informe señala que el «protocolo de intenciones» firmado en marzo de 2019 -en alusión al acuerdo alcanzado entre el Gobierno español y las empresas eléctricas- establece un calendario de cese ordenado, comenzando en 2027 y finalizando en 2035.

«De esta forma, salvo que se replantee este calendario, Almaraz I pararía en 2027, seguida de Almaraz II en 2028, Ascó I y Cofrentes en 2030, Ascó II en 2032 y Vandellós II y Trillo en 2035», apunta la patronal que destaca el caso de Trillo. Su licencia finaliza en noviembre y ha solicitado una prórroga al Gobierno español para operar diez años más. Hasta cumplir 46 años, superando a Garoña, en fase de desmantelamiento.

La intención de las eléctricas es marcar un precedente, y, de hecho, en el informe se destaca la «continuidad de la operación», que «consiste en el funcionamiento de una central nuclear, manteniendo su nivel de seguridad, más allá del periodo inicialmente considerado en su diseño».

«Es una práctica habitual en cada vez más países y constituye una estrategia adecuada para poder cumplir simultáneamente con los aspectos básicos del desarrollo sostenible, ya que garantiza la independencia y la diversificación del abastecimiento energético y ayuda a la lucha contra el cambio climático», señala y remarca que hay 193 reactores nucleares en el mundo que cuentan con autorización para operar más allá de los 40 años.

«En Estados Unidos, donde la mayor parte de sus reactores tienen autorizaciones a 60 años, seis de ellos tienen autorización para operar durante 80 años», destaca el sector nuclear, dejando bien claro cuáles son sus intenciones.

CONTRA LA “TASA ENRESA”

Los integrantes de Foro Nuclear quieren seguir explotando las centrales, pero no parecen estar dispuestos a aportar más dinero a las arcas públicas. «El exceso y la redundancia de impuestos y tasas ponen en peligro la viabilidad de las centrales y del conjunto del sector y por ello urge reducirla considerablemente», subrayó su presidente.