Iñaki LEKUONA
Profesor
AZKEN PUNTUA

Herencia

La prensa francesa se hizo eco esta pasada semana de los resultados históricos «de los herederos de ETA» en estas últimas elecciones, en cuya campaña se volvió a agitar el término «terrorista» buscando trazar una línea ética entre los demócratas de toda la vida y los que no. Poco importa que los soberanistas, más allá del sufrimiento padecido, hayan reconocido el daño causado sin que enfrente haya habido un ejercicio semejante por parte de un Estado, Reino de España por la gracia del Caudillo, que en lugar de desmantelar las estructuras de la dictadura prefirió camuflarlas, convirtiendo ese país en ese engendro heredado del que hoy mismo se queja su propio presidente de gobierno.

A unos pocos cientos de kilómetros de distancia, en plena campaña electoral para las europeas, la candidata de origen palestino de la Francia Insumisa a las elecciones europeas Rima Hassan, que como legado familiar no recibió más que el estatuto de apátrida, acaba de ser imputada por «apología del terrorismo» en el país que la acogió, ese mismo que, mientras mira a Gaza de perfil, se dice patria de los Derechos Humanos, adalid de la libertad y sucesor de la Ilustración. La prensa francesa y española harían bien en comprender que, más allá de lo que se hereda, lo verdaderamente importante es qué se hace con esa herencia.