15 MAY. 2024 GAURKOA Nueva excusa del falso «Lobo» ETA político-militar denunció, en 1975, en plena dictadura franquista, que numerosas detenciones y muertes de importantes dirigentes y valiosos militantes de la organización se habían debido a que Mikel Lejarza «Lobo» había colaborado activamente con la Policía franquista. Trece años después, en 1988, “Diario 16” publicó un amplio reportaje, titulado “El Lobo que desgarró a ETA”, en el que se dio a conocer la supuesta falsa identidad tras la que se escondía Mikel Lejarza. La de un ciudadano español de origen mexicano, Miguel Ruiz Martínez. Desde entonces, han sido innumerables los artículos, libros, reportajes, biografías, documentales, entrevistas, e incluso una película, dedicados al tema y en todos ellos se ha dado por absolutamente seguro que ese personaje es en realidad quien dice ser. Yo tampoco tuve duda alguna al respecto hasta que un artículo que encontré en la hemeroteca digital del diario ABC hizo que surgiera mi primera sospecha y empecé a investigar un poco el tema. Por pura curiosidad. Lo que fui encontrando no hizo sino acrecentar esa inicial sospecha y actualmente no me cabe la menor duda de que esa persona que dice ser Mikel Lejarza es un impostor. Estoy absolutamente seguro de que no es Lejarza. Segurísimo. Así lo denuncié hace cinco años, tras la publicación de «Yo confieso», escrita por el periodista Fernando Rueda y quien pretende ser Mikel Lejarza «Lobo». Se trató de una biografía repleta de mentiras en la que el protagonista aseguró que, tras la desaparición de ETA, el riesgo de que lo mataran era mayor que nunca. Una falacia sin pies ni cabeza. Entonces escribí un artículo denunciando que esa persona era un impostor y que podía rebatir con suma facilidad mi denuncia. Le bastaba con aceptar hacerse una prueba de ADN. Eso sí, manifesté estar «absolutamente seguro de que se negará en redondo a hacer esa prueba o cualquier otra que pueda ponerlo en evidencia». No me equivoqué en absoluto. Su respuesta llegó en la última biografía dedicada al tema, «Secretos de confesión», escrita como la anterior por Rueda y el falso «Lejarza»: «Makazaga quiere que me haga el ADN, que salga a la palestra, ahí me tiene pillado, ahí me tiene más fácil. No le voy a dar esa alegría. Puedo perfectamente demostrárselo pero es que no lo tengo que demostrar yo. Lo han demostrado los gobiernos, todos lo han demostrado, desde el primer Gobierno de la derecha aún con Franco hasta ahora todos lo han demostrado». En otro artículo, respondí que no ha habido una sola autoridad política que haya asegurado jamás que Miguel Ruiz Martínez sea en realidad Mikel Lejarza aunque este afirme que, en 1993, el entonces ministro de Defensa, Julián García Vargas, dijo textualmente: «Mikel Lejarza, el Lobo, es un hombre nuestro, al cual defenderemos, y mientras yo esté aquí como ministro desde luego será defendido a muerte». Mentira. Lo que dijo el ministro fue que Miguel Ruiz Martínez «prestó servicios a la seguridad del Estado a través del antiguo Servicio de Documentación de Presidencia del Gobierno». Tras ello, propuso convocar «una sesión discreta para poder explicar los servicios que ha prestado al Estado, que han sido servicios importantes, y el Estado debe ser agradecido y debe actuar en consecuencia con quien le sirve bien». Nunca se supo absolutamente nada sobre aquella discreta sesión que propuso ni sobre los importantes servicios prestados por Miguel Ruiz. Unos servicios que el ministro evitó con sumo cuidado precisar. Puede comprobarlo todo el que quiera. En aquella intervención del ministro no hay nada que se asemeje a una confirmación de que Miguel Ruiz sea Mikel Lejarza. Ni de que hubiese participado en una operación de infiltración contra ETA. Nada de nada. Todo el mundo creyó entender que estaba hablando de Mikel Lejarza, pero el ministro se cuidó muy mucho de pronunciar dicho nombre. Es completamente falso que haya habido nunca una confirmación oficial de que Miguel Ruiz Martínez sea Mikel Lejarza. No la ha habido jamás. Siempre han puesto mucho cuidado en no afirmar nada al respecto, limitándose a las puras insinuaciones que en nada les comprometen. Por eso, añadí que «el pretendido Lejarza tendrá que buscarse otra excusa para seguir negándose a hacer una prueba de ADN». Preveía que esa nueva excusa sería la de aceptar hacerse una prueba de ADN, pero sin garantizar en absoluto que se realizara con un mínimo de garantías. Por eso propuse que realizara otra prueba bien sencilla y, sobre todo, más difícil de manipular. La de verificar el tipo de sangre que tiene. En los artículos que he dedicado al tema, he mencionado ya varias veces la posibilidad de que se haga esa sencilla prueba para comprobar si tiene el mismo tipo de sangre que Mikel Lejarza, A negativo. Una prueba de ADN realizada con las adecuadas garantías no dejaría resquicio alguno a la duda. En cambio, hay millones de personas que tienen sangre A negativo y sé que me arriesgo pidiendo ese tipo de prueba, pero he decidido correr ese riesgo. Hace poco, le han preguntado «por quienes niegan que usted sea el Lobo, como Xabier Makazaga». Ha respondido que «Todo eso puedo demostrarlo y lo demostraré algún día, voy a demostrar todo. Voy a demostrar, como piden ellos, el tema del ADN porque no tengo ningún problema. Pero no va a ser cuando ellos quieran, será cuando yo quiera». Lo dice con toda claridad, la prueba de ADN «no va a ser cuando ellos quieran, será cuando yo quiera». No acepta que se realice con unas mínimas garantías y ante ello me deja una única opción, la de pedir que realice una prueba muy, muy sencilla. La del tipo de sangre. Una prueba instantánea y bien fácil de realizar con las debidas garantías. Si es el A negativo dejaré de insistir aunque sepa de sobra que hay millones de personas que tienen ese tipo de sangre. ¿Qué excusa pondrán esta vez para negarse a hacerla?