Assange logra otra oportunidad de apelar su extradición a EEUU
El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, obtuvo una nueva oportunidad de apelar contra su extradición a EEUU. El Tribunal Superior de Justicia de Londres estimó que puede esgrimir el riesgo de que no se le apliquen las mismas garantías que a los estadounidenses.
Julian Assange, el fundador de WikiLeaks, a quien Estados Unidos quiere juzgar por una filtración masiva de documentos, obtuvo ayer una victoria en su larga batalla legal contra su extradición al lograr la posibilidad de un nuevo recurso. Esta audiencia en Londres fue crucial después de cinco años de un proceso que se ha convertido en símbolo de la lucha por la libertad de información. La familia del australiano había advertido que corría el riesgo de ser extraditado rápidamente si su solicitud de apelación era rechazada. «Este día marca un punto de inflexión», se alegró Stella Assange, su esposa. Dijo sentirse aliviada después de una noche de insomnio y denunció que el caso representa «una ofensa a nuestros valores democráticos, a nuestro derecho a saber». Añadió que EEUU ha estado maquillando su postura durante mucho tiempo, «pero los jueces no se lo creyeron».
Procesado por haber hecho públicos desde 2010 más de 700.000 documentos confidenciales sobre las actividades militares y diplomáticas estadounidenses, en particular crímenes de guerra cometidos en Irak y Afganistán, el fundador de WikiLeaks se enfrenta a hasta 175 años de prisión en EEUU. Entre estos documentos hay un vídeo que muestra a civiles muertos por el fuego de un helicóptero de combate estadounidense en Irak en 2007.
Después de múltiples idas y venidas jurídicas, dos jueces del Tribunal Superior de Londres, Victoria Sharp y Jeremy Johnson, pidieron a finales de marzo a EEUU nuevas garantías sobre el trato que se reservaría en este país a Assange y ayer escucharon a las partes debatir la respuesta de las autoridades estadounidenses.
La defensa del periodista aceptó la promesa «inequívoca» de EEUU de que el australiano no sería acusado de un delito punible con la pena de muerte, por lo que los debates se centraron principalmente en la Primera Enmienda de la Constitución estadounidense, que protege la libertad de expresión.
Su abogado Edward Fitzgerald expresó su preocupación por la falta de garantías de que la enmienda se aplique a su cliente, ya que no es estadounidense: «Existe un riesgo real de discriminación», advirtió.
James Lewis, el letrado que representa al Gobierno de EEUU, aseguró que, si es extraditado, Assange tendría «derecho a toda la gama de derechos de defensa, incluido el derecho a invocar y tratar de invocar la Primera Enmienda como defensa», lo que no logró convencer a los jueces británicos. La defensa recordó que los tribunales estadounidenses pueden decidir sin tener en cuenta las garantías ofrecidas por su Ejecutivo.