Cuatro muertos y múltiples preguntas tras la intentona golpista en la RDC
Tras el intento de golpe de Estado que el Ejército de la República Democrática del Congo aseguró haber frustrado, en Kinshasa se multiplican las preguntas sobre las intenciones de los golpistas y la facilidad con la que pudieron acceder al corazón del poder, cinco meses después de la reelección del presidente Félix Tshisekedi, al frente desde 2019 de este vasto país centroafricano.
¿Por qué atacaron la casa de un ministro? ¿Por qué se apoderaron del Palacio de la Nación, en lugar de la televisión nacional, por ejemplo? ¿Hubo complicidad, además de un fallo de los servicios de Inteligencia? ¿Qué querían exactamente estos hombres?
Según el portavoz del Ejército, Sylvain Ekenge, los autores del golpe fueron una cincuentena, entre ellos varios estadounidenses y un congoleño naturalizado británico. Murieron cuatro de ellos y el resto fueron arrestados.
«Félix ha caído... Hemos vencido», anunció el domingo en el Palacio de la Nación el presunto líder de los golpistas, Christian Malanga, un «congoleño naturalizado estadounidense», según las autoridades, antes de morir bajo los disparos de las fuerzas de seguridad. En el vídeo que ellos mismos publicaron en redes sociales, los atacantes posaban con una bandera de Zaire, el nombre del país durante la dictadura de Mobutu Sese Seko. «Viva Zaire, viva los hijos de Mobutu», gritó también Malanga, un exsoldado fundador de un pequeño partido de la diáspora.
Atacaron también la casa del titular de Economía, Vital Kamerhe. El ministro y su familia no resultaron afectados, pero dos policías asignados para protegerlos murieron.