EDITORIALA

Generosidad y altura de miras frente al fascismo

La victoria en las elecciones europeas de la extrema derecha en el Estado francés ha precipitado los acontecimientos y la decisión de Emmanuel Macron de convocar elecciones legislativas ha subrayado la importancia del momento. En este contexto, la izquierda se ha movido rápido y ha acordado la creación de un nuevo Frente Popular. La France Insoumise (LFI), el Partido Socialista, Europe Écologie-Les Verts y el Partido Comunista han pergeñado una alianza para frenar a la ultraderecha y vencer al macronismo. Ayer, EH Bai confirmó que también formará parte de ese Frente Popular, y no de manera testimonial, sino que su candidato encabezará una de las circunscripciones vascas. Una decisión con la que el resto de partidos reconocen el peso político y electoral del soberanismo de izquierdas en Ipar Euskal Herria.

La mayor amenaza en Europa proviene de un fascismo que no deja de crecer. El alza del coste de la vida, el desmantelamiento de lo público y las crecientes desigualdades alimentan el extremismo de derecha, pero también la imposición de políticas de austeridad y el empobrecimiento del debate político. En este contexto, como han entendido los participantes en el Frente Popular, frenar al fascismo necesita de la generosidad y el trabajo en común de la izquierda. Y así lo ha entendido también el soberanismo en Ipar Euskal Herria, que acredita una amplia experiencia en la articulación de fuerzas para avanzar hacia objetivos comunes, que sin duda aportará. Además de voluntad, es importante contar con un programa político que articule a las fuerzas del cambio. Derogar las reformas de las pensiones, del seguro de desempleo y de la inmigración, revalorizar los salarios y el salario mínimo, congelar las tarifas energéticas e intervenir los precios de los alquileres, así como establecer un impuesto sobre la riqueza y sobre los beneficios forman parte de ese programa mínimo del Frente Popular imprescindible para acumular fuerzas.

Parece que la izquierda en el Estado francés ha entendido que en este momento la prioridad es frenar al fascismo. Y en esa barricada estará también el soberanismo de izquierda, con generosidad y altura de miras.