La UE aprueba al límite la ley para rehabilitar los ecosistemas degradados
La Ley de Restauración de la Naturaleza superó ayer el último trámite en el Consejo de la Unión Europea por la mínima gracias al voto de última hora de Austria, con los verdes saltándose la directriz del canciller, Karl Nehammer. Presentada en 2022, esta norma busca recuperar el 20% de los ecosistemas degradados en 2030.
La Unión Europea aprobó ayer definitivamente la primera normativa de su historia que obliga a los Estados miembros a restaurar la naturaleza, y no solo a protegerla, tras una tortuosa tramitación con sorpresas hasta el último instante para cerrar un expediente que casi tumba Hungría y que terminó salvando Austria.
Viena se pasó el domingo al bando del «sí», lo que permitió al Consejo alcanzar la mínima la mayoría cualificada: un 66,07% de la población de la UE, justo por encima del 65% requerido. El reglamento estaba ya negociado y pactado entre los Estados, y también con el Parlamento Europeo, que lo aprobó en febrero.
El cambio de postura de Austria ha hecho saltar por los aires el Gobierno en ese país y tiene lectura en clave interna, pues celebrarán elecciones en septiembre y la ultraderecha (contraria a esta norma) fue la formación más votada en las europeas, por encima de los populares, que gobiernan coaligados con los verdes.
«En 20 o 30 años, cuando le enseñe la belleza de nuestro país a mis sobrinas y me pregunten qué hice yo, les diré que hice todo lo que pude para preservarla», aseguró Leonore Gewessler, ministra austríaca de Medio Ambiente, del Partido Verde.
El canciller austríaco, Karl Nehammer (cuya formación está alineada con el PP europeo), anunció una denuncia penal contra esta ministra por saltarse las directrices del Ejecutivo de coalición. Pero, según la normativa de la UE, ya es tarde. Lo votado ayer por la titular de Medio Ambiente del Gobierno de coalición es vinculante.
La Ley de Restauración de la Naturaleza (LRN), pese a los recortes de un errático Partido Popular Europeo que cambió de política a mitad de tramitación para restringir el alcance incluso votando en contra, es una ley trascendente.
La biodiversidad depende del suelo y, recuperar el 20% de los suelos deteriorados de Europa para 2030 supone un gran compromiso, pues el 81% de los hábitats terrestres y acuíferos de la Unión Europea se encuentran en mal estado.
Los suelos constituyen la base del 95% de los alimentos y albergan más del 25% de la biodiversidad del planeta.
«Este día pasará a la historia como un punto de inflexión para la naturaleza y la sociedad», manifestaron en un comunicado organizaciones ecologistas como BirdLife, ClientEarth, la Oficina Europea del Medioambiente y WWF.
Según estas organizaciones, la LRN «representa una oportunidad histórica para devolver la naturaleza a Europa, en un momento crítico en que el continente enfrenta inundaciones, sequías e incendios».
Uno de los elementos más polémicos está ligado a los grupos de presión de la agro- industria, ya que la agricultura intensiva y el uso que esta hace del agua potencia la desertificación. En Nafarroa, donde cerca del 80% del agua embalsada se usa para regadíos, el 35% de su superficie está en riesgo se desertificación. Araba también presenta un riesgo de desertificación similar.
La LRN contempla otros indicadores en los que los países habrán de mejorar, como la cantidad de mariposas de varias especies en los pastizales, la proporción de fincas con características paisajísticas diversas y las reservas de carbono orgánico en suelos.
Aun así, sufrió recortes importantes. «No es una amenaza para nuestra seguridad alimentaria. Se han incorporado flexibilidades adicionales en el texto para proteger al sector», reconoció el presidente de la Comisión de Medio Ambiente, el liberal Pascal Canfin.