La diputada general de Gipuzkoa, Eider Mendoza, apostó ayer por que la conexión del TAV con Nafarroa se haga por Ezkio-Itsaso. No solo priorizaba esta alternativa, sino que además la calificó de «irrenunciable». El principal argumento para defender ese trazado es la rapidez frente a la unión a través de Gasteiz. También apuntó, entre otras razones, el menor impacto paisajístico que tendría esta opción. Al parecer, esa declaración tiene que ver con varias informaciones difundidas durante las últimas semanas que señalaban que el Gobierno español se inclinaría por que la conexión del TAV con Iruñea se haga a través de Gasteiz.

Cada vez tiene menos sentido todo lo relacionado con el TAV. En 2024 la Diputación de Gipuzkoa plantea la conexión de Ezkio como irrenunciable cuando hace dos años Euskal Trenbide Sarea (ETS) decidió dejar en suspenso las obras de la estación de Ezkio. Aquella resolución se justificó por los elevados gastos de mantenimiento de una estación que no estaría operativa en al menos seis años. Ahora puede interpretarse como una forma de ir apartando poco a poco la opción del túnel bajo Aralar. A nadie se le escapa que se trata de una alternativa que tiene enormes costes medioambientales, porque supone abrir un gran boquete en un macizo que, además, goza de especial protección. Sin olvidar que los costes económicos de este trazado con un túnel de veinte kilómetros son mucho más elevados que la opción de unir Nafarroa al TAV a través de Gasteiz, que aprovecharía gran parte del actual trazado ferroviario, con lo que el impacto paisajístico tampoco sería tan relevante. En este contexto, la decisión de Mendoza parece, sobre todo, un intento de marcar perfil frente a Madrid; una pose que nada tiene que ver con el interés general.

Hace cuatro años un informe de la AIReF señalaba que el 58,2% de la inversión en la «Y vasca» estaba aún sin realizar. Un dato que abría la puerta la puerta al abandono de un proyecto insostenible. Desde entonces, las obras han avanzado, pero sale a cuenta detenerlas. Apostar por más túneles solo aumenta la destrucción y el despilfarro. Los territorios vascos necesitan un plan eficaz de movilidad y transporte.