01 JUL. 2024 KOLABORAZIOA Unas fiestas sin igual, ¿y qué tal sin presos, exiliados y deportados? IIbai RIPODAS ONECA y Arantza BIDONDO ARNEDO Miembros de la Peña Alegria de Iruña y de la Peña Irrintzi Porque llegaron las fiestas/ de esta gloriosa ciudad/ Que son en el mundo entero/ Unas fiestas sin igual/ ¡Riau-riau!» Así reza uno de los estribillos más populares que se cantan en Iruña por sanfermines. Efectivamente, las de Iruña son unas fiestas que no dejan indiferente a nadie. En su esencia, destaca el «desorden organizado». Los ritos, la liturgia, configuran el marco. Diríase que todo está predeterminado. Cada hora tiene su qué, su dónde y su cómo. Concatenación de momenticos. Pero, dentro del marco, reinan la espontaneidad y la transgresión. Ningún momentico se repite. En cada esquina, en cada vermouth, en cada jota... fluyen la improvisación, la creatividad, la vida. Sirva esta introducción para ir al grano. Términos antagónicos los de fiesta y cárcel. Donde empieza la cárcel acaba la fiesta... o, la fiesta llega hasta donde empieza la cárcel. Vale, también en esto hay excepciones. Todavía hay quien recuerda los tiempos en que la fiesta entraba a la cárcel mediante botas de vino voladoras, cánticos del cuchichí e irrintzis algo desafinados y peor correspondidos. Era un fake. Porque el alcance de vuelo de la bota de vino solo acercaba el sabor de la fiesta a un dos o tres por mil de la población reclusa del país. El resto estaban a cientos, a miles de kilómetros del epicentro de la fiesta. No había bota de vino capaz de salvar semejante obstáculo. Hoy es el día en que sería posible enviar por sanfermines botas de vino voladoras a todos los patios con presas y presos navarros. Algo hemos avanzado. Pero es que ya no nos conformamos con eso. Ha llegado el momento de romper el marco, el rito, la liturgia. Queremos unos sanfermines sin dibujos de barrotes en las pancartas de las peñas, sin momenticos asociados a reivindicaciones de derechos fundamentales, sin pegatas de flechas convergentes, sin colectas para la amiga que no está. Queremos unos sanfermines sin personas presas, exiliadas o deportadas. Unos sanfermines donde todas y todos podamos encontrarnos, bailar, cantar y reír juntas. No. Esto no es un brindis al sol. Esto sería posible solamente aplicando de manera proactiva la legislación vigente referente a la reintegración social de las personas presas. Acompañando sin poner trabas los itinerarios de reintegración que están transitando las presas y presos. Utilizando la ley para avanzar en la convivencia. Haciendo que los criterios técnico-profesionales se impongan sobre los prejuicios políticos. El próximo 4 de julio, con la Kalejira Etxera que partira a las 19:30 de Sarasate, reivindicaremos que los queremos de una vez en sus casas. Y el año que viene, un rito menos, una alegría más. ¿A que sí? Queremos unos sanfermines donde todas y todos podamos encontrarnos, bailar, cantar y reír juntas