La alerta es urgente, la esperanza sigue viva
Con un 67% de participación, la más alta desde las legislativas de 1989, las elecciones que convocó Emmanuel Macron de manera urgente, poniendo contra la pared a la sociedad y dejando en la incertidumbre a la segunda economía más grande de Europa, han supuesto su derrota aplastante y sin paliativos. Durante la campaña, insistió en la idea de que el Estado francés corría el riesgo de verse sumido en una «guerra civil» si cualquiera de los «extremos» obtenía la mayoría. Pero su decisión ha resultado ser la puerta de entrada, y potencialmente un trampolín, para que la extrema derecha del Rassemblement National llegue al poder. Con un 34% de los votos, el partido de Le Pen ya se ve cerca de ese objetivo. En ese sentido, el desastre nunca ha estado tan cerca, ni la alerta ha sido tan urgente.
Pero no cabe la resignación. El Nuevo Frente Popular, que aglutina a la izquierda y de la que forma parte Euskal Herria Bai, con un 28% de los votos, irrumpe con fuerza en segunda posición, proyectándose como la única opción capaz de confrontar con la extrema derecha e impedir que llegue al poder en la decisiva segunda vuelta del próximo 7 de julio. Para ello serán fundamentales, además de la movilización de la izquierda, las triangulares y alianzas tácticas en cada circunscripción, las cuales decidirán si RN consigue la mayoría parlamentaria. El Nuevo Frente Popular ya avanza que en caso de quedar en tercera posición, retirará sus candidaturas. Está por ver si las demás fuerzas harán lo mismo.
Las elecciones europeas en Ipar Euskal Herria encendieron las alarmas, la extrema derecha ganó por primera vez. Se hizo urgente unir fuerzas y articular dinámicas para hacerle frente. Ayer, el Nuevo Frente Popular ganó en Ipar Euskal Herria y en todas sus circunscripciones. Particularmente remarcable es la victoria del candidato de EH Bai, Peio Dufau, en la suya. No obstante, también se demostró que RN es ciertamente fuerte en nuestro país, pero no invencible, que puede y debe ser derrotado. Si se reúnen fuerzas y se compacta el voto, así será. Los próximos días prometen ser políticamente vibrantes. La esperanza sigue viva.